¿Nervioso?
Sí, un poco.
¿Es la primera vez?
No, ya había estado nervioso antes.

(Airplane, 1980)

 

La mayor ventaja de la gran y de la ultra derecha, empeñada en convertir en causa penal su causa política por volver al poder, es que son torpes a manos llenas. Queriendo imitar estrategias anteriores o bien contraestrategias internacionales finamente armadas en derecho están convirtiendo el foro en un remake de las cachondas películas de los años ochenta. Durante el confinamiento tuve el acierto de volver a ver un par de ellas y ahora, leyendo y viendo el despiporre procesal y penal que se trae esta gente, me da miedo acabar ahorcada como la vieja o echándome gasolina como el hindú. Ustedes ya saben, porque también se han partido el pecho con esa escena como yo.

La diferencia es que los fachas suelen hacer chistes de muy mal gusto y que parten de su desprecio infinito por cuestiones que para la gente decente son de la mayor gravedad. Sólo así puede entenderse que un grupito de abogados del levante haya osado banalizar los delitos de lesa humanidad y de genocidio ¡para acusar a Sánchez ante el Tribunal Penal Internacional! No me digan que si no fuera tan demostrativo de la falta de respeto que les produce tanto el tribunal como los delitos que juzgan, no sería para revolcarse de risa de lo tontos que son.

Pero no se van a parar en chiquitas. Ahí están sus amigos de los panfletos y los periodistas que por malicia o irreflexión dejaron de serlo, para hacerse unos titulares de tan ridícula hazaña, diciendo que en La Haya se ha admitido a trámite una querella contra Sánchez. Nadie ha admitido a trámite nada y lo único que van a conseguir es que en los círculos jurídicos internacionales se lleven las manos a la cabeza de la gente que viste toga en España, aún más de lo que lo han hecho hasta ahora. Sucede que la Fiscalía del tribunal les ha dado acuse de recibo, como hace con los miles de asuntos que reciben. Y punto. Desde Nuremberg no se han producido condenas por genocidio, excepto algunas puntuales en la ex Yugoslavia. No les importa hacer el ridículo. No les importa nada. Han mezclado en una batidora los informes fake de la Guardia Civil y se han lanzado a presentar una bazofia jurídica en un tribunal ante el que sólo puede decidir introducir casos la ONU, un estado parte o de oficio el fiscal de la propia Corte. Deben pensar que eso es como el juzgado del pueblo, que vas y presentas tu chiste y con eso vale.

La refinada maldad de los procedimientos maleados emprendidos contra los independentistas catalanes no tiene nada que ver con lo que ahora vemos

Lo cierto es que entre todas de las querellas interpuestas para intentar tumbar al actual gobierno central no hay ninguna que sea nada más allá de una broma, cruel, pero broma. Convierten el derecho en una grotesca figura en la que consideran que la mera forma puede darles réditos. La derecha extrema está detrás de la mayoría (por no decir de todas) las peregrinas acusaciones que se están haciendo. Prueben a meter en un saco las siguientes palabras: Covid-19, coronavirus, afectados, plataforma, nacional, España y vayan sacándolas en un orden aleatorio. Les saldrán así los nombres de las decenas de chiringuitos que se han montado en estos días o bien para hacer política o bien para conseguir unas perras.

No sé por qué extraño motivo están convencidos de que el papel timbrado lo aguanta todo y por eso han empezado una guerra judicial contra el Gobierno, en la que uno de los combatientes parece el ejército de Cantiflas jurídico. Junto a los abogados próximos a partidos como Vox, nos encontramos con los sindicatos ultra de los cuerpos policiales, los abogados meapilas, las señoras más franquistas y los colectivos de hombres en contra de la ley de violencia de género. Lo más granado de la carcundia nacional demostrando hasta qué punto no saben ser ni perversos de lo torpes que son.

En su ayuda salen los colaterales como los forenses que dan clases en los Legionarios de Cristo y cuyas hermanas “curan” homosexuales. ¡No saben qué pieza de humor tendríamos si no fuera por los hechos trágicos en los que se sustenta! Un señor médico forense, especialidad en psiquiatría, que hace un informe a un juzgado sin hacer ni una pericia médica, ni una. En su calidad de experto científico nos cuenta bien dramático: “No quiero pensar, pero debo decirlo en este momento, que nos estábamos acercando al famoso 8-M, no quiero pensar que se haya acomodado el texto para tener argumentos (…) No puedo afirmarlo, lo haría si estuviera completamente seguro” en un alarde de conocimientos científicos y que muestra su “conmiseración” hacia los epidemiólogos o que afirma que “la hecatombe se veía venir” como gran aportación médica. Y el acabose es ver al líder de la oposición agarrándose a tal mamarrachada para seguir armando el discurso político del que ha sido partido en el gobierno.

Esto es una charlotada que sólo tiene sentido para dar una sopa de titulares a los que pugnan desesperadamente por hacerse con el Gobierno. Entiéndame, la refinada maldad de los procedimientos maleados emprendidos contra los independentistas catalanes no tiene nada que ver con lo que ahora vemos. En aquel caso, las trampas procesales, los retorcimientos precisaban de una explicación y de ojo jurídico para verlos, en muchos casos, mientras que lo de ahora es un remake malo y casi risible. Además de ultras son torpes y eso nos salva.

Lo cierto es que en la derecha están convencidos de que el Gobierno va a caer, que habrá elecciones para el otoño del año que viene y que esa será su oportunidad. Es posible que se lo hayan consultado a un vidente de hecatombes, parece que tienen muchos. No obstante, es bueno tenerlo en cuenta. Si esto hacen cuando no tienen poder, da escalofrío pensar qué aquelarres podrían montar si se acercan al poder. Creo que hay muchos ciudadanos de las más variadas tendencias que lo tienen meridianamente claro. Por eso, mientras, sigamos viendo lo que pasa en el circo de las tres pistas en el que quieren convertir la justicia.

Hay días que más que para el miedo, tengo espíritu para la burla.

Con hachas del lawfare como estos, no tengamos miedo al futuro.