Vuelco espectacular en el ránking de riesgos y preocupaciones de los mercados. Tras meses siendo la economía del  Imperio Celeste la mayor incógnita y temor de los inversores, la última encuesta de febrero entre gestores globales realizada por BofA Merrill Lynch revela que ahora lo que tiene en ascuas al mundo del dinero es EE.UU. Como dice el gurú Nouriel Roubini, parece que entramos en "la nueva anormalidad de la economía mundial".

Los gestores prevén que el crecimiento y los beneficios van a ser negativos este año por primera vez desde 2012, algo que el informe de la OCDE reveló el jueves no sólo para la economía americana sino para la global al rebajar su previsión de crecimiento hasta el 3% en 2016,  desde el 3,3% avanzado en noviembre. Eso significaría que el crecimiento mundial este año no sobrepasaría el de 2015, el más lento en los últimos cinco años.

El organismo con sede en París, indicó que la  inversión  seguiría  siendo muy débil , entre otras cosas porque, como dijo Axel Weber, presidente del banco suizo UBS, "los inversores no ven un retorno por encima del coste del capital".

En  Washington hay nervios y en la Reserva Federal (Fed) las últimas actas del banco central americano revelan preocupación ante la evolución del mercado financiero. Casi todos los participantes en la última reunión citaron una serie de acontecimientos recientes como indicativo de las condiciones financieras más restrictivas en EE.UU. Entre otras destacaron la disminución de precios de las acciones, la ampliación de los diferenciales de crédito, el alza del dólar, y el aumento de la volatilidad.  Los efectos de estos acontecimientos financieros, si fueran a persistir, concluyeron, pueden ser más o menos equivalentes a los que resultarían de una mayor restricción monetaria derivada de nuevas alzas de los tipos de interés. Es decir, estamos  en una situación similar a la que al final resultaría de la ejecución del  programa de encarecimiento del dinero para 2016 que había previsto la presidenta de la Fed, Janet Yellen.

Como dice el gurú Nouriel Roubini, parece que entramos en "la nueva anormalidad de la economía mundial"

Michael Hartnett, jefe de inversión de BofA Merrill Lynch, dijo sobre los resultados de la tradicional encuesta de su grupo bancario que "los inversores han rehecho sus expectativas sobre la economía y los mercados en el sentido bajista y ven la combinación de suspensiones de pago y recesión antes como un riesgo que como una realidad".

Las predicciones de los mercados a menudo fallan, pero en algunas circunstancias pueden ayudar a hacerlas realidad. De momento, sólo aprecian riesgo acerca de algo   que intimida a medio mundo: el de una nueva recesión.

Los malos datos de la encuesta alemana ZEW sobre las previsiones de los inversores cara a los próximos seis meses no ayudan a equilibrar el panorama, como tampoco la negativa evolución de la banca europea, arrastrada por los problemas de las entidades financieras italianas. Los problemas de Japón también se suman. Así que los acalorados debates sobre si los síntomas de frágil salud corresponden a los mercados financieros o también aquejan a la economía global van probablemente a continuar.