20.55. Exterior del pabellón de la Pista Cubierta de Atletismo de Sabadell. En medio de una niebla y una humedad que ha dejado los coches con un dedo de agua, me encuentro a un diputado de la CUP. Esta es la conversación:

- ¿Me tengo que creer este empate?

- Te lo juro. ¡Ha habido empate!

- ¿Demasiada casualidad, no? ¿No lo habéis cocinado?

- Piensa que si una de las dos opciones hubiera ganado, aunque hubiera estado por un voto, no habría aceptado ceder.

- ¿Y, cómo es que habéis tardado tanto en hacer público el resultado?

- Hemos tenido que decidir cómo gestionar el empate.

¿Y, cuáles eran las dos opciones? ¿Quién ha empatado qué? ¿Cómo gestionará la CUP lo que ha pasado hoy? Rebobinemos y repasemos cómo ha ido la jornada.

Sigue la gira

Nuevo edición del Cuptalunya Pavellons Tour 2015. Después de visitar hace unas semanas el Nou Congost de Manresa, donde votaron para decidir que harían otra votación, hoy tocaba una pista de atletismo cubierta. No le puedo decir si por dentro es bonita o no, porque los periodistas no hemos podido entrar en ningún momento del día. Eso sí, le puedo explicar lo que me ha dicho uno de los vecinos de la zona que chafardeaban por allí con la excusa de pasear el perro (y han sido unos cuantos). Resulta que aquello "lo hizo Bustos con empresas de su familia, pero siempre está cerrado porque nunca hacen nada".

Y si en Manresa las acreditaciones eran como un dorsal de carrera popular (y de hecho llevaban un número enorme), esta vez el tamaño era normal y estaba escrito "persona acreditada" (por cierto, dice mucho de un partido político que a su gente la traten de persona). Han repartido 3.042.

En la puerta del pabellón, todo el día ha estado estacionada una ambulancia del Grupo Lafuente que llevaba pintado "apoyo vital básico". No ha hecho falta (la ambulancia, de apoyo vital básico ahora mismo no existe suficiente en el mercado para abastecer a los sufridos militantes cuperos).

La sala de prensa está en el centro cívico can Oleguer. Está a unos 850 metros del pabellón. La bajada bien. La subida cuesta más. Sí, porque hay un cierto desnivel. Esta sala de prensa es récord mundial de distancia pulverizando por 450 metros y una subidita la anterior marca establecida por Esquerra Republicana en el congreso celebrado en el Fórum de BCN. Fue en el 2008 y aquel día los periodistas teníamos que andar 400 metros para tener una silla. Wifi no, que lo hacían pagar. Eso sí, allí al menos compareció alguien y se le pudieron hacer preguntas. Eran otros tiempos, cuando los periodistas podían hacer preguntas.

Sala prensa

Y, ¿qué hemos ido a hacer a Sabadell?

Las aproximadamente 12 horas que ha durado la cosa tenían que servir para saber si la asamblea de la CUP decidía investir o no a Artur Mas como presidente de la Generalitat. ¿Cómo? Pues votando. Pero la cosa de la votación no era sencilla. Había cuatro opciones y a cada votación se descartaba una, pero si una de las otras tres conseguía más del 50%, aquella ganaba definitivamente. Y cada vez, los tres mil asistentes tenían que salir del pabellón, ir a tomar el solecito por la mañana y la humedad a partir de las 16.30 de la tarde, esperar el recuento, volver a entrar y proceder a hacer la siguiente votación. Pequeña pausa para saber cuáles eran las opciones...

Opciones

En la primera votación ha saltado la número 4. En la segunda ha saltado el escenario 3, el escenario 2 ha obtenido el 49.70% de los votos y el 1 el 48.71%.

¿Y entre votación y votación, qué?

A las 16.35, en plena rampa de subida desde el campo base del pabellón al campo 3 de la sala de prensa, se me acerca un militante de la CUP y me dice: ganará el no por 50.3 a 49.7. ¡¡¡Huuuuuuuuyyyy!!! Casi. Poco rato después otro militante me da un golpecito en la espalda y me suelta: "sé benévolo". Después me comenta que echa de menos que desde la organización no se haya explicado más que estaban allí haciendo un gran ejercicio democrático. Vaya, que les falta marketing. Y entonces me hace la gran pregunta: "¿cómo crees que nos han tratado los medios?". Le resumo mi teoría: hay un gran desconocimiento entre los medios de comunicación y la CUP. Y eso crea desconfianza y malentendidos. Mucha gente de la CUP ve a los periodistas como enemigos y muchos periodistas ven a la gente de la CUP como un extraño duende salido del bosque. De hecho esta no-relación se parece mucho a la que hay entre la Barcelona oficial y la Catalunya de comarcas. También ayuda que el funcionamiento interno de la CUP es un poquito más calmado que la inmediatez con la que vivimos los periodistas.

Y llega el gran momento del día...

Entre la segunda y la tercera votación aprovecho para ir a hacer un cortado al bar del pabellón. El bar está dentro del recinto, como su propio nombre indica, pero las puertas que permitirían entrar a lo que sería el pabellón-pabellón, están cerradas a cal y canto. Eso sí, se puede ver la grada a través de unas grandes cristaleras.

Pabellón

La barra está en el fondo. Para ordenar el alud de cuperos que quieren consumir productos, a la derecha de la sala han puesto una cinta, de manera tal que allí se hace una cola para ir hasta la caja, pagar y con el tique, pedir la consumición.

Pues bien, ¿quién cree usted que estaba allí, al lado de la caja, en el sitio por donde tenía que pasar todo el mundo? ¡¡¡ENRIC MARCO!!! ¿Se acuerda de él? Era aquel personaje que explicaba sus aventuras en un campo de concentración donde nunca había estado. Inmenso impostor que una vez descubierto siguió defendiendo que él no mentía. Lo reconocí porque todavía lleva el bigote teñido de negro. ¿Y, qué hacía allí? Otro paseador de perro que corría por el bar me ha dicho que vive cerca. El caso es que este paseador es el que, dirigiéndose a otro señor con la credencial de periodista y armado de una cámara de fotos (y, por cierto, luciendo un fantástico pantalón corto), ha provocado el diálogo de la tarde:

- ¿Y usted cómo lo ve?

- Yo, es que soy uruguayo.

Tampoco ha estado mal el momento en que he comunicado a Antonio Baños, que estaba sentado en una mesa tomando una cerveza, la presencia de Marco en la sala. Su respuesta ha sido:

- Huy sí, he estado hablando con él. Me ha dicho: "esto es como el 36. Bueno, no exactamente".

Y eso es todo, amigas

Eran las 18.49 y la gente ha vuelto a entrar al pabellón. Era la tercera y definitiva votación. Los unos gritaban "in, inde, independencia" y los otros respondían con un "an, anti, anticapitalista". El resultado no lo hemos sabido hasta las 20.33: 1.515 a 1.515. La gestión de este empate, de la que hablaba el diputado citado al inicio de la crónica, consiste en que el día 2 de enero habrá un consejo político extraordinario ampliado con el grup d'acció parlamentària que es quien tendría que decidir si invisten o no a Artur Mas. Yo voto para que lo hagan en un pabellón. En Catalunya hay tantos y tan bonitos. Y, sobre todo, en pleno invierno, se está tan bien en su exterior... Ah, y sobre todo, la sala de prensa que la pongan en una ciudad próxima. Si puede ser situada en un radio de 20 kilómetros. O más...