Gabriel Rufián es un tipo que no deja indiferente. Las polémicas lo acompañan allí donde va. Tanto por lo que dice —quien tiene boca se equivoca— como por su ademán que puede parecer chulesco, pero que no es más que orgullo de barrio. Cuando Yolanda Díaz y la patronal le dijeron con la reforma laboral aquello de "son lentejas, las tomas o las dejas", los dejó con un palmo de narices.

Ahora, la sociovergencia lo busca por la propuesta de una nueva residencia de ancianos en Santa Coloma de Gramenet. Que los de Núria Parlon defiendan el feudo metropolitano es lógico. Otra cosa es el papelón de los nosurrender de fantasía y sus acólitos, ejerciendo de fregona metropolitana de Illa.

Claro que desde Waterloo en la sede central —de alquiler, después de tanto embargo— le hacen vudú. Y a la respuesta visceral instintiva —le tienen ganas— se suma el papel de estraza estratégico que juegan al abrigo de la hegemonía socialista metropolitana. Un apunte en este apartado, clarificador de la farsa del nosurrendismo de segunda residencia: juntaires y socialistas tienen pactadísimo el intercambio de cromos en la Diputación y el Ayuntamiento de Barcelona. Ambos añoran tiempos pretéritos, cuando se repartían a palmos territoriales el negociado político, y el único obstáculo para volver son los republicanos que han reventado la Catalunya dual.

Unos y otros recurren a tópicos trillados, y a la nostalgia, mientras explotan sentimentalmente la frustración hasta la saciedad, engatusando a buena gente a la que han pretendido idiotizar. Especialmente los juntaires, que repiten como loros la comedia que vuelve el tripartito, cuando lo único que anhelan que vuelva es el reparto del pastel con los socialistas mientras entretienen a la parroquia evocando Ítaca y repartiendo credenciales de pureza.

El ruido infame no solo hará que ahora sí que los socialistas se tomen en serio la residencia de Santako, no solo que Santa Coloma esté en boca de todo el mundo, también ayuda a Gabriel Rufián a visibilizarse

Rufián ha puesto Santa Coloma de Gramenet en el mapa. Y ahora sí, gracias a su empeño, la residencia de ancianos se hará. Hace 32 años que los socialistas mandan sin ningún contrapeso en Sant Coloma de Gramenet. Desde que Manuela de Madre echó al cura rojo. Incluso sobrevivieron a otro Bartomeu, empurado hasta las cejas. Y en 32 años no han sido capaces de hacer la residencia. Tampoco con el president Montilla en el Palau de la Generalitat. Y si tampoco lo hacen ahora es porque han apostado por una obra faraónica que es una comisaría de siete pisos que si no tiene un spa, poco le falta. Por mucho menos dinero, más de 12 millones de euros invierten, habrían podido tener una residencia siguiendo el ejemplo de El Prat de Llobregat. Haciendo la obra y cargando la gestión al Govern de la Generalitat. Y aquí es donde entró el conseller de Acció Social, Carles Campuzano, cuando Rufián propuso que el Ayuntamiento hiciera la obra. A lo cual el conseller, con buen criterio, respondió que si así se hacía, garantizaba poner en marcha la residencia y asumir la gestión y el coste. Como en El Prat de Llobregat.

Y es aquí donde se les han lanzado al cuello los lobos. Mintiendo, sin rubor. Porque nunca —ni por un instante— dijo el conseller Campuzano que condicionaba su parte al hecho de que Rufián ganara. Campuzano literalmente no tiene un pelo de tonto. Los que nos toman por tontos son todos aquellos que nos pretenden hacer creer que Campuzano habría impuesto esta condición. Pero claro está que el ladrón piensa que todos son de su condición. Solo hay que recordar aquel episodio del PSC de L'Hospitalet cuando fardaba de que tener a la alcaldesa Núria Marín en la presidencia de la Diba era un chollo para L'Hospitalet. Vaya, que llegaría dinero a espuertas discrecionalmente.

El ruido infame no solo hará que ahora sí que los socialistas se tomen en serio la residencia de Santako, no solo que Santa Coloma esté en boca de todo el mundo, también ayuda a Gabriel Rufián a visibilizarse. Lo refuerza y lo hace más grande. Tanto que acabará por sacar de quicio a sus detractores. Gracias a ellos, también, harán que en Santa Coloma haya una oposición fuerte a los socialistas, que Rufián haga el mejor resultado metropolitano para los republicanos y que, de rebote, se gane volver a ser cabeza de lista republicano en Madrid.

¡Y ahora ya podéis seguir haciendo vudú al charnego, moscones! Mientras él sonríe, complacido, viendo como os puede el estómago. Saboreando como quien gana es él y Santako, que, ahora sí, tendrá la residencia que en 32 años no han sabido hacer. El charnego del Fondo es más listo que todos vosotros, entre todos no hacéis uno.