"Para ser Maquiavelo hay al menos que tener un fin"
J.F Revel

La historia rima, como dijo Byron. No sé si se acuerdan de aquel famoso incidente en el que un histriónico vicepresidente del Gobierno le espetó en una comisión del Congreso al diputado Espinosa de los Monteros, que lo que pasaba es que, aunque su formación estaba deseando dar un golpe de estado, no se atrevían. Fascistas y cobardes encima. El diputado de Vox abandonó la sala indignado, y el tal Iglesias le gritó desde la mesa: "Cierre la puerta al salir, Señoría". A los pocos meses, él era un exvicepresidente candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid que se batía en campaña con la mujer de Espinosa de los Monteros. En un mitin en plena calle, Rocío Monasterio se tomó venganza: "tengo un mensaje para Pablo Iglesias, ¡cierre la puerta al salir!". La rima, a veces, es cruel. Se cumplió antes la profecía de Rocío que la de Pablo, pero todo llega y ayer Iván cruzaba la puerta sin portazo, a la espera de que fuercen a la propia Monasterio, náufraga sin papel en la Asamblea de Madrid, a hacer lo propio.

Solo hay que esperar en la puerta, como saben hasta los chinos. Primero vimos cómo Saturno devoraba a sus hijos de la izquierda y ahora vemos cómo lo hacen en la ultraderecha. Es buena noticia. Cierto es que, saliendo el ultraliberal, técnico comercial del Estado, lo que queda dentro son cafres y ultramontanos católicos. De Yunque al hijo de Ariza, los de Cristo Rey y el advenimiento de la teocracia que al fin lo corone. Así que Vox queda en las manos más mugrosas, en las más temibles; pero, mientras algunos se duelen de tal cuestión, a mí me parece un paso muy esperanzador. Decía Revel  que "el hechizo totalitario puede sumir en la oscuridad temporal o definitiva a los espíritus superiores tanto como a los embrutecidos. Si el fascismo y el comunismo no hubieran seducido sino a imbéciles y a canallas, hubiera sido más fácil deshacerse de ellos". De lo que se deduce que si, poco a poco, se van quedando solos los cretinos y los embrutecidos, nos será cada vez más sencillo deshacernos de ellos. Coincido.

Vox arde ya en su propia hoguera. Falange y Cristo Rey. En cuanto los actos les quiten la careta, hasta los jovencitos estúpidos que en Madrid les jalean porque es de pijos y porque creen que mola, se van a ir quedando helados, como la mayoría de sus votantes. El ofrecimiento al PP de apoyar sin condiciones una investidura de Feijóo puede no tener detrás más que el miedo a unos nuevos comicios en diciembre que posiblemente los dejarían bajo mínimos y eso les preocupa, no solo por el poder, sino por la paguita. Miren hacia el ERE de Podemos: puesto de trabajo que se amortiza es seguidor enfebrecido que se pierde. Tras las purgas ideológicas, llegan las luchas por hacerse con los trozos de la túnica hecha jirones.

Sería un palo mayúsculo para Sánchez perder la presidencia del Congreso o la mayoría en la Mesa

Mientras, en otra dimensión, Meritxell Batet sale sin cerrar la puerta porque es seguro que cuando una puerta se cierra para ella, otra se abre; esto es solo un servicio más al partido. Está bien que le hayan dejado alegar cuestiones personales para renunciar a revalidar el tercer puesto en el poder del Estado, por el que percibía el sueldo más alto de la política española, 230.000 € al año, unas tres veces el de Pedro Sánchez. Daban por hecho en el partido que revalidaría, pero justo en plenas negociaciones antes de la constitución del Congreso, Batet se despide mediante personas interpuestas y noticias del partido. El general le ha enseñado la puerta y ella, disciplinada, la ha cogido a la espera de próximo destino. Y es que la presidencia del Congreso va a ser la primera jugada de una partida que terminará con una investidura o con las urnas en diciembre. Y a Batet no la quieren todos. No la quieren, desde luego, en la propia coalición Sumar en la que se integra Podemos —en otoño, el TC dará un palo a su actuación al quitarle el acta al canario Alberto Rodríguez, y ella puede saberlo bien, pues convive con Campos, ahora magistrado de ese tribunal— y tampoco gustó mucho que le tuviera que afear el alto tribunal que vulneró derechos de los parlamentarios durante la pandemia. Además, Batet es del PSC y eso en la pugna que viene tampoco es la mejor carta frente a los deseados votantes indepes que deben respaldar el nombramiento. Batet sale para no poner una china más en una negociación de por sí endiablada.

La cosa está muy complicada y mucho me temo que el día 17 algún locutor cachondo pueda venirse arriba y gritar; ¡salta la sorpresa en Las Gaunas! Sería un palo mayúsculo para Sánchez perder la presidencia del Congreso o la mayoría en la Mesa, porque sería una tarea envenenada intentar gobernar con un puzzle de apoyos, con la mayoría del PP en el Senado y con una presidencia de la cámara baja que no le siguiera el rollo. Aquí entra de nuevo Junts. ¿Qué va a hacer Junts en esa votación? Podría ser que, dado el ninguneo al que todavía los intenta someter Sánchez, decidieran dar un golpe en la mesa en esa votación haciendo que la presidencia saliera rebotada y cayera... digamos en manos neutrales de cara a posteriores negociaciones, en las del PNV, por ejemplo. Los rumores respecto a esa posibilidad muñida entre el PP, PNV y Junts se oyen por Madrid. Movimientos hay, a la par que seguro los hay desde el lado contrario. A mí, particularmente, la idea de Aitor Esteban de presidente del Congreso me parece un punto, qué quieren. ¿Habrá sorpresa en la Carrera de San Jerónimo la semana próxima? Mientras hago columnas para dejar en la "nevera" para mis vacaciones, sé que las de la semana próxima no puedo adelantarlas. Huele a titular y, por si acaso, hay que estar alerta. Las puertas se abren y se cierran que da gusto en el ferragosto mesetario y sin que se escape el aire.