Las pancartas y las vallas publicitarias son cada vez más numerosas en toda la China mientras el Partido Comunista se prepara para celebrar los cien años de su fundación el 1 de julio. "Construyamos una imagen civilizada en todas partes", se lee en una pancarta.

El presidente, Xi Jinping ha pedido a los cuadros del Partido que cuenten una historia del país "creíble, adorable y respetable" para superar la desconfianza, principalmente de una buena parte de los ciudadanos norteamericanos y europeos.

El PC chino fue fundado en 1921 en el departamento francés de Shanghái, donde se produjo una masacre de sus militantes en 1927 a raíz de una revolución en la que los miembros del partido se negaron a entregar las armas. La gran revuelta fue liderada por Chou-En-Lai, que consiguió huir y reunirse con Mao, a quien acompañará en la Gran Marcha convirtiéndose en su lugarteniente el resto de su vida. Henry Kissinger nunca ocultó la gran admiración que le produjo cuando lo conoció en el viaje de Nixon a Pekín.

La conocida como "masacre de Shanghái" fue recibida en Europa como una tragedia clásica del mundo moderno gracias a la célebre novela de André Malraux "La Condición Humana".  El ministro de Cultura del presidente Charles De Gaulle centró su obra literaria principalmente en tres personajes, Kio (un trasunto del líder político Chou), Katow, que reparte entre dos jóvenes la pastilla de cianuro que escondía para evitar una muerte cruel y Techen, al que se ve pasar de militante a terrorista, un estadio, a su juicio, superior porque gracias a él —matando y muriendo— se puede acelerar la historia. Todo un relato —defendido por Vargas Llosa— rodeado de reflexiones sobre la soledad frente al destino, la dignidad ante las dificultades y el ansia de trascendencia.

En 1949, el PC chino derrotó al Kuomintang de Chang-Kai-Chek y proclamó la República Popular, a lo que siguió con Mao el Gran Salto hacia adelante y la Revolución Cultural, que provocaron millones de muertos.

Hoy, el PC cuenta con más de 91 millones de miembros, según la agencia de noticias oficial Xinhua. A los héroes de Marlaux los han sustituido personajes como Lei Feng, un héroe popular de metro y medio de altura, en tanto que soldado capaz de compartir una comida con sus compañeros o remendar sus calcetines para ahorrar los bienes del pueblo. Estos días se le puede reconocer en los tablones callejeros. Mientras, en Shanghái se proyectará en el 24 Festival de Cine la película "A Hundred-Year journey" y en Sichuan se corta la electricidad a la producción de bitcoins. China nunca perderá su misterio para lo bueno y lo malo, tanto hacia adelante como hacia atrás.

En cualquier caso, "no será para Occidente el Partido Comunista el gran desafío, si no la propia China popular, que apoya mayoritariamente el régimen. Una sociedad más próspera, pero obsesionada por el dinero, la seguridad y la estabilidad; más nacionalista, que se muestra reacia hacia el espíritu de las Luces", según el experto Jean-Pierre Cabestan, autor del libro "Demain la Chine ¿guerre o paix", que aparecerá en septiembre en la editorial Gallimard.