Mientras Xavier Trias sigue apagándose en los trackings electorales —ahora ya es tercero— su partido sigue mezquinamente instalado en el 'Métele que es d'ERC'. ¡En Barcelona se suma un segundo enemigo a batir 'Métele a la Colau'! una circunstancia que, paradójicamente, ha reavivado inesperadamente la que tendría que ser la presunta damnificada.

Y da igual si el tema de controversia es el mal funcionamiento de Rodalies, una cuestión que en ningún caso es menor ni una novedad o un hecho aislado o producto de un rayo que se desplazó milagrosamente desde el Maresme para caer en Gavà.

El desbarajuste de Rodalies se explica, en esencia, por la falta de inversión crónica, mientras en paralelo se han destinado ingentes cantidades de recursos a hacer un Rodalies de larga distancia (AVE) de Madrid. No es que en Adif sean unos incompetentes, aunque aquello de hacer trenes que no pasan por los túneles es de nota. Ni que Ferrocarriles de la Generalitat de Catalunya (FGC) sean unos hurones. El déficit de Rodalies es la consecuencia de una dejadez de décadas, de una España radial y de un maltrato secular a Catalunya.

El desbarajuste de Rodalies se explica, en esencia, por la falta de inversión crónica mientras en paralelo se han destinado ingentes cantidades de recursos a hacer un Rodalies de larga distancia (AVE) de Madrid

Es tan así que la primera gran movilización de la Plataforma por el Derecho a Decidir fue para protestar por el caos en Rodalies un 1 de diciembre de 2007. El independentismo supo aprovechar el desastre para vincular su mensaje a la voluntad de contar con unos servicios públicos eficientes. Y le fue de cine. Vale la pena recordarlo porque ahora parece que se ha olvidado de dónde venimos y por qué un movimiento que era minoritario creció tanto y tan rápidamente.

Ver a Trias, Nogueras y Turull haciendo una rueda de prensa por el caos de Renfe girando los cañones contra los republicanos y Rufián, no solo evidencia un cainismo devastador y un sectarismo estéril que solo se puede entender en clave partidista sino —y eso es lo peor— una desorientación estratégica tan antipatriótica que da miedo.

Pretender que ahora Gabriel Rufián es el responsable de un Rodalies que da pena es entre miserable y desolador. Propio de cínicos. Se tienen que tener cuadrados para hacerlo ir por aquí, para anteponer los intereses partidistas a un agravio endémico de país. Claro que Trias, Nogueras y Turull la última vez que debieron utilizar Rodalies o no lo recuerdan o debió ser para hacerse una foto. Les da lo mismo el transporte público, son más de coche. Que Turull y Nogueras vayan por aquí no es ninguna sorpresa. Les puede la herencia carlista. Están en su salsa y no se puede esperar nada más de este grupo. Pero que vaya el señor Trias es francamente más decepcionante.

Se podía esperar más de un tipo como Trias, qué pena, por mucho que resbale con el coche y nos hable de los 3.000 euros evidenciando que no tiene ni idea de cuál es el sueldo medio de la mayoría de los barceloneses. En línea con aquello de la clase media 'apurada' y las rentas de 100.000 euros. ¿Viven en Marte esta gente?

Porque el señor Trias suele ser una persona razonable que, además, paradójicamente se presenta queriendo dejar claro que no representa la política torpe y trabucaire de su partido. Sabe mal que se haya prestado y se deje arrastrar al lodazal en que se revuelcan entusiasmados buena parte de sus compañeros de viaje.

Presentarse abanderando el anticolauismo más carca es una credencial muy pobre para presidir la capital de Catalunya. Y pretender hacernos creer que la alcaldesa es la responsable de todos los males de Barcelona solo contribuye a polarizar entre colauistas y anticolauistas (Junts y PSC)

Quizás también por eso Trias va perdiendo comba sin traba en la carrera electoral. Presentarse abanderando el anticolauismo más carca es una credencial muy pobre para presidir la capital de Catalunya. Y pretender hacernos creer que la alcaldesa es a la responsable de todos los males de Barcelona solo contribuye a polarizar entre colauistas (alcaldesa) y anticolauistas (Junts y PSC). Además de contribuir a la gracia que Madrid es un edén y Barcelona una alcantarilla. Otro tema es a quién le debe Colau ser alcaldesa. Pero vaya, este fue el consuelo de la desdichada Artadi.

En la corte de Waterloo —proclamada capital de Catalunya por los supporters— ya les va bien. Les reconforta saber que Trias ha hecho retroceder a Maragall. Es aquí donde estamos. Mandan las vísceras. Para el Legítimo, lo más importante era hacer traquetear las expectativas de Ernest Maragall. Antes cualquiera que un republicano. Entre otros porque esta es la argamasa, la única, que cohesiona la olla de grillos que lidera.

Utilizar Rodalies contra el mismo independentismo, contra Rufián (aporta infinitamente más que los tres mosqueteros) o el Gobierno y finalmente contra Ernest Maragall resume la praxis de un espacio que ha perdido el norte, que no es que no sepa qué quiere, es que desarma todo aquello que había hecho crecer y conectado las diversas sensibilidades el independentismo.

¿Por cierto, ya que lo llevan por estos senderos, por qué no condiciona el Legítimo (y Trias) el anunciado pacto con Collboni para que arreglen Rodalies? Ídem a la Diputación, refugio de nosurrendistas. O a la Sabadell de Ciuró. O a todos los consejos comarcales metropolitanos del ñam, ñam. ¿O es que eso no va con un PSC que tiene 13 diputados en Madrid? Al menos, un mínimo de coherencia, caballeros. O se acaba haciendo un Cuevillas, ejemplar patriota al servicio del nosurrendismo, la sublimación de la farsa.