Querido Sr. Cambray,

Lo dejo. Cuando acabe de escribir este e-mail presentándole mi dimisión, lo programaré para que lo reciba a día 11 de abril, justo cuando abra el ordenador de su despacho de Via Augusta después de haber jugado su habitual partidillo de tenis de los martes. Espero que el deporte, los huevos de Pascua y las vacaciones, le hayan servido para descansar de la tournée de vedette con plumas que se ha marcado este mes de marzo. No sé usted, pero yo estoy burned out y más avergonzada que Clinton obligado a dimitir por el affaire Lewinsky.

Me sabe mal reconocer que mis servicios como dircom —directora de comunicación que en las series denominan spin doctor— le han durado muy poco. ¿Usted recuerda por qué me contrató? Pronto hará un año, su Departamento puso en marcha una campaña publicitaria sobre el retorno de los niños en las aulas en septiembre que intentaba ser seria pero todo el mundo la confundió con una parodia. Era tan ridícula la imagen de aquellos adolescentes reencontrándose después del verano y tirándose la caña, que le llovió millones de escarnios de los sindicatos, profesorado e, incluso, del Polònia. Desesperado, después de despedir sus spin doctors jovencitos, autores de la campaña, decidió contratarme a mí in extremis con el firme propósito de, por una parte, reflotar su estropeada imagen en las redes como conseller más quemado que una falla valenciana y, por la otra, enderezar su pobre, mecánico y poco convincente discurso político. Cuando vio mi currículum, quiso alquilarme a mí, Gala Gai, que soy la mejor, no doubt.

Ya mientras cursaba Ciencias políticas en la UAB, me veía en los personajes de Kasper Juul de la serie Borgen y en el de Eli Gold de The Good Wife. Yo quería ser tan astuta y persuasiva como ellos, pero en versión femenina. Por eso me marché a los USA a cursar el Master in Media & Strategic Communication en la George Washington University de Columbia. Allí aprendí cómo ser una moderna "maquiavelo", es decir, una spin doctor de políticos ambiciosos como usted. Me instruí en el arte de ser asesora de campaña, estratega de redes sociales, secretaria de prensa y elaboradora de mensajes para vender la imagen de los candidatos. Me enteré también en las técnicas necesarias para controlar los medios, como ahora, las filtraciones estratégicas (leaks); la congelación de los media no afines (freeze); el goteo de noticias en los medios comprados (drips); la repetición del mismo mensaje político (vomiting); la elusión de los temas comprometidos (pivoting); la explicación de la verdad, pero no toda la verdad, solo un poquito de la verdad que nos conviene; o la sobradamente conocida por usted, la estrategia del kite-flying que nosotros llamamos soltar globo sonda y después ya veremos...

Pronto hará un año, su Departamento puso en marcha una campaña publicitaria sobre el retorno de los niños en las aulas en septiembre que intentaba ser seria pero todo el mundo la confundió con una parodia

Pero usted no solo necesitaba ayuda en términos de imagen, sino también en la difícil cuestión del contenido de su discurso político, ampliamente criticado no solo por sus rivales sino también desde dentro de su propio partido. Quién mejor que yo que había hecho mi trabajo de final de máster en Columbia analizando la elocuencia de los speeches de los grandes políticos de la historia: Roosevelt, Churchill, Gandhi, Martin Luther King, los Kennedy, Angela Davis, Obama...!! Usted se proveyó de mis servicios con el deseo explícito que lo ayudara a parecerse a estos modernos cicerones y lo acompañara en la producción de discursos de impacto. ¡Pobre de mí!

Con respecto a los discursos nada que hacer. Por mucho que me he esforzado en enseñarle las técnicas de la retórica, explicándole cómo funcionan las anáforas, las metáforas, las interrogaciones retóricas, las antítesis, las hipérboles, las paradojas y la ironía, no he salido adelante y me doy por vencida!! Continúa usted con sus mantras que no convencen a nadie: "es bueno para el alumnado, vamos a los hechos", "nos lo tenemos que decir", "tenemos que hacer que las cosas pasen", "tenemos que hacer acompañamiento", "hemos hecho lo que nos comprometimos a hacer", "lo tenemos que hacer sí o sí y lo tenemos que hacer todo al mismo tiempo"... Mire, ni el mismo Macron se atrevería a enfrentarse con los "chalecos amarillos" con tanta imposición y tan poca persuasión.

Con respecto a la imagen pública, nada que hacer tampoco, porque solo me pide que sature constantemente los medía con la sobreexposición de su trajeada figura, a lo Harvey Specter en Suits. Por ponerle un ejemplo, en los 24 días laborables de este mes de marzo, he tenido que correr detrás suyo en una verdadera carrera a lo ironman que solo se explica si usted es hiperactivo o bien está en perpetua campaña electoral. Trabajar, lo que es estrictamente trabajar en educación, usted no es que lo practique mucho, pero a la hora de pasear su estampa, haciendo anuncios y mítines de campaña en los municipios, instituciones o en el mismo Parlamento, es usted el rey del mambo. He visto, por ejemplo, que le gusta más poner la primera piedra en los institutos que a Jordi Pujol inaugurar pabellones y teatros en los años del "peix al cove" convergentes. Y ¡ si no hay piedra, pues también!, como en el caso de la presentación del nuevo Instituto de técnicas audiovisuales y del espectáculo de BCN. Es feliz con las promociones de las campañas impulsadas en abundancia por su Departamento: el Impulso Digital en la Educación; la USAV (Unitat de Suport d'Atenció a les violències, teléfono: 900923098); el programa Faig para abordar retos climáticos, energéticos o de género; el Instituto de Tecnología de la información y la comunicación; el Pla de Recerca Educativa, de pareja con su inseparable Quim Nadal; el Plan de choque contra el abandono escolar prematuro; el acuerdo histórico de país entre Gobierno, patronales y sindicatos para la planificación de la Formación Profesional; el plan Activem-nos pel català; el programa de residencia inicial docente Sensei y un largo etc. Las comparecencias en el Parlament de este mes de marzo lo han hecho salivar de lo lindo, ya sea en forma de interpelación sobre el acoso, hecho sobre el cual solo postula la necesidad de un "cambio de mirada" (agh), o aquella ocurrencia de promover la alfabetización artística y el bienestar emocional a través del arte. Mientras tanto, le ha quedado tiempo para moverse por el territorio y menear la cola acompañado de niños, profesorado y autoridades (en Vic, Montcada i Reixac, Caldes de Montbui, l'Ametlla del Vallès..); y para inaugurar jornadas como la del @MschoolsMWC, el Saló de l’Ensenyament o la 4.ª edición del "24 horas, 24h retos y 24 empresas", sin olvidarse de hacerse cool selfies en la mani feminista del 8M.

Trabajar, lo que es estrictamente trabajar en educación, usted no es que lo practique mucho, pero a la hora de pasear su estampa, haciendo anuncios y mítines de campaña en los municipios, instituciones o en el mismo Parlamento, es usted el rey del mambo

Mire, conseller, yo sé perfectamente que el trabajo de una dircom es vender humo y hacer ver que quien más se mueve es quien más trabaja, que quien más presencia tiene en las redes y más habla es quien más incidencia tiene, pero hay que hacerlo con tanta frivolidad?! Este último mes de marzo usted me ha dado demasiado trabajo absurdo, no solo a la hora de acompañarlo y organizarle sus public events, sino también a la hora de dotar de contenido sus vacuos discursos e inventarme slogans para seducir a la audiencia: "Sembremos la semilla del futuro"; "Súmate a la educación que suma"; "Hacemos que las cosas pasen"; "Activémonos por el catalán"... Por no hablar de los hashtags generados sobre la marcha: #NextGeneration; #SempreEndavant; #EtsFeminista (pero quizás no lo sabías); #8M; #24hinnovaciobcn; #PlaRecercaEducativa; #Mestresdelcatalà, y para colmo el #Sensei este, que todo el mundo me pregunta que si es japo o qué puñetas es. Entiéndame Sr. Cambray, la que se ha quedado sin ánimo es una servidora, porque es muy difícil crear permanentemente toda esta cortina de humo para esconder la realidad de un sistema educativo que naufraga más que el Titanic y de un Departamento que navega sin rumbo y que no tiene voluntad real de invertir dinero en resolver los verdaderos problemas que tiene.

Como si eso no fuera un trabajo ingente, también me tengo que encargar de gestionarle las redes y soy la que me como la animadversión que despierta su figura en el mundo virtual educativo. Cada vez que publico un nuevo tuit, que usted ni se mira, me llueve a mí una avalancha de críticas contundentes, parodias feroces e insultos pidiendo su cese inmediato. Incluso, tiene un doble en la red, un tal @realcambray, que por cierto es más ocurrente que usted; y hay también unas que le dirigen cartas demoledoras que firman como "Les Tietes", aunque a mí me da la sensación de que son un influyente lobby de presión muy bien informado porque siempre le adivinan todos sus puntos débiles.

En conclusión, dada su absoluta carencia de competencias como buen político, le reitero que yo lo dejo, porque ni Kasper Juul ni Eli Gold se habrían visto capaces de enderezar tanta mediocridad y tanta vacuidad. Y como el panorama político catalán no parece encaminado a mejorar, ni con la ayuda de reputadas asesoras like me, yo, como buena spin doctor que no se casa con nadie, he decidido picar más alto y dejarme contratar por quien corta el bacalao. En Madrid, donde se rueda el House of cards de verdad, hay un partido que dicen que sí que suma con su "Sumar" y que quizás pronto mandará con glamour de "izquierda caviar". Usted sabe, conseller, que políticos y directores de campaña siempre hemos trabajado por dinero, pero como le tengo un cierto cariño, prometo ir siguiéndolo en el Instagram y el Twitter para ver si su futura dircom sale adelante mejor que yo. ¡Don't give up, conseller, #you can!

Best wishes,

Gala Gai.