"Existen dos tipos de políticos: aquellos que son valientes y honestos, y aquellos que tienen una carrera repentinamente exitosa"
Gerhard Kocher

No sé si habrán seguido alguna vez el recopilatorio de nombres desafortunados de modelos automovilísticos que se han dado a lo largo de la historia, normalmente debidos a la globalización de la venta y a la falta de visión de los fabricantes sobre lo que su brillante idea de marketing iba a suponer en otros lugares del globo. La primera vez que topé con esta realidad yo estaba en la veintena y acababa de llegar a Ceuta. Los Mitsubishi Pajero te daban el día, la risa floja, el riesgo de que se te fuera el pie del embrague y no hicieras bien una rampa en una ciudad que está llena de ellas. Nunca llegué a conocer el Nissan Moco o el Ford Corrida o el Mazda Laputa, los corrigieron antes de que nos hicieran perder el control de nuestros vehículos. Al Pajero lo llamaron Montero en la Península, pero en el norte de África, por mor de las importaciones, circulaba como ese impúdico onanista que te arrancaba una sonrisa en cada semáforo.

No seré la única que hubiera deseado conocer el Toyota Estima Lucida Luxury Joyful Canopy y es que una estima lúcida del prójimo es un gran activo y si te resulta lucida aún mejor, por no habla del techo lujoso y alegre, que de cara a hacer kilómetros en busca de votos te debe dar un regocijo necesario. En lugar de eso, Pedro Sánchez optó por su baqueteado modelo de Peugeot, ese que ahora sabemos era un Peugeot Charca, aunque lo hubieran camuflado bajo un número con apariencia inocente, el 407, que escondía en su interior una bomba de efecto ultra retardado y que se está detonando ahora.

A Sánchez todos los de la diáspora del Peugeot como poco le están saliendo rana. ¿Se acuerdan de Esperanza Aguirre? Rana Koldo, rana Ábalos, rana según avisan Santos Cerdán y rana buena parte del entorno que sin viajar lo apoyó y lo respaldó en aquellas locas primarias, el último al parecer un diputado canario. "He nombrado a más de 500 cargos y solo dos me han salido rana", decía la lideresa en una comisión de investigación allá por 2016, justo el año en el que se puso en marcha el Peugeot Charca llevando a la joven promesa socialista por España. Las ranas de Aguirre se multiplicaron bíblicamente, aún este año otro de sus vicepresidentes ha sido enviado a prisión, y llenaron la charca de croares que terminaron por mandarla a su palacete, aunque se salvara de que la mandaran de un salto de rana a otro sitio.

Es difícil conocer todo lo que se está conociendo, unido al nepotismo, a la acaparación de puestos y de recursos, y seguir apoyando como el menor de los males posibles a este gobierno

La charca de Sánchez no va por mal camino. Entre el trío del Peugeot y los que lo rodeaban, la familia cercana y otros enchufes y mamandurrias (palabra también esperancística) que irán saliendo, la cosa huele a estancado. Presuntos todos, por supuesto, sin que por eso tengamos que ocultar que si a cualquier director de recursos humanos le sale la selección así lo mandan a su casa. En los mentideros madrileños, la charca es un festival y esta vez creo que murmuran con conocimiento de causa. El ministro de las queridas, a las que enchufaban en empresas públicas para cobrar sin asistir —pisándole el puesto a centenares de personas que soñaban honradamente con él—, el de las extrañas relaciones con aviones, aeropuertos y aerolíneas; el hombre para todo salido de las entrañas de una discoteca no precisamente de alto standing; el socio busca vidas y conseguidor, la directora general que traga, el hermano enchufadísimo que tampoco se mata por currar en lo que le han regalado, la mujer con cátedra sin carrera universitaria, el Tito de Canarias —siempre Canarias en la movida—, las mascarillas, las obras y los hidrocarburos más lo que falte por salir. En los mentideros se dice que falta mucho por salir, que saldrá cuando la UCO entregue de una vez ese famoso informe que cuentan que hunde al número dos del PSOE y a alguno más. Veremos.

Más allá de lo que la trituradora procesal vaya encontrando, Leopoldo Puente es un magistrado del Supremo fetén, y debido a su trabajo es ya posible afirmar que a Sánchez le crecían los enanos o las ranas o lo que sea, que el título de seleccionador de gente honesta le viene grande, que llegó luchando contra la corrupción y nada en un piélago de deshonestidad.

Algo de lo que tendrán que tomar nota muchos de los que le apoyaron precisamente porque venía a limpiar el panorama. Limpiarlo no lo ha limpiado, en breve sabremos si lo ensució por cuenta ajena más de lo que encontró. El "cupo vasco" que se cobraba Cerdán, según declaró Aldama, las adjudicaciones de obra que el magistrado Puente ha ordenado investigar, la sordidez de las vidas de personajillos que pululaban por los ministerios, comían de nuestros impuestos y robaban lo que podían sintiéndose invulnerables. Es difícil conocer todo lo que se está conociendo, unido al nepotismo, a la acaparación de puestos y de recursos, y seguir apoyando como el menor de los males posibles a este gobierno. Mucho lawfare, que ven ahora y negaron antes, sin reparar en que una cosa es la razón de Estado (sobre terrorismo, independentismo y Corona) y otra el mangoneo de unos y otros que siempre acaba por ser descubierto y perseguido por la Justicia con paso lento, pero seguro seas ministro, alcalde, alto cargo o el sursuncorda. La responsabilidad política, esa culpa "in vigilando" de la que tanto se hablaba en la oposición, brilla como una perla recién abierta la ostra.

No hay vuelta atrás. Los implicados han optado por estirar las mantas, aunque no hayan tirado de ellas del todo o amenacen con aventarlas, y las investigaciones no van a parar, por mucho que se hagan trucos para aforar a los no aforados y para acabar por ley con las investigaciones molestas. Va a ser hora de que los "socios" vean a qué se asocian y con quién, no sea que haya un estallido final que salpique al más pintado. Allá cada cual. El Peugeot era una charca, veremos si alguien salió íntegro e impoluto de aquel viaje y a quién más arrastra.