El bolsillo secreto fue la asignación de una cantidad del presupuesto real destinada a gastos de la familia real que no estaban sujetos a justificación. Con los saldos del bolsillo secreto se cubría un abanico muy amplio de gasto. Las clases cortesanas españolas de los siglos XVIII y XIX conocían la existencia de este fondo opaco, pero nunca lo pusieron en cuestión hasta que la reina María Cristina de Borbón, viuda de Fernando VII y regente hasta la mayoría de edad de Isabel II, lo convirtió en el instrumento financiero de la mayor trama de corrupción del mundo.