Nuestros enemigos han pasado de disfrutar su victoria contra el independentismo (olvidándose momentáneamente de la represión informativa, política y judicial), para centrarse directamente en ejercitar el cachondismo con nuestra tribu que es, de hecho, el arte en que más han sobresalido de siempre. Solo así se explica que los españoles nos hayan endosado a Pablo Iglesias como investigador de la Universitat Oberta de Catalunya; eso de facturarnos a un político que ha fracasado estrepitosamente en el viraje a la izquierda con que Podemos tenía que apretar al PSOE y que, en su enésima y más absurda deriva macho alfa, hiciera todavía más el ridículo intentando desbancar a Isabel Díaz Ayuso, convendréis conmigo, es una pequeña lección sobre cómo enviar las escurriduras de la metrópoli a las colonias. Lo tengo que reconocer nuevamente; en el arte de mofarse de nosotros, los españoles no tienen rival.

El reciclaje de Pablo Iglesias a investigador universitario en tierras catalanas (por mucho que en la UOC trabajen virtualmente) es un chiste de grandísima justicia poética. El antiguo capataz del 15-M, el movimiento que tenía que hacer temblar las bases del sistema público español, acabará trabajando en una universidad privada, regida por una fundación y un patronato donde, por cosis de la vida, se encuentran las antiguas cajas de ahorro catalanas (ahora absorbidas en entidades bancarias que dependen del BOE) y la Cambra de Comerç de Barcelona. No desconfío de nuestro benemérito sistema universitario, solo faltaría, pues estoy seguro que, por ejemplo, la UOC ha examinado de catalán a su nuevo profesor estrella o, como hacen muchas entidades del país por consuetud, le han hecho jurar que dentro de dos años lo hablará mejor que Ruyra. De hecho, si tan solo sabe decir "bon dia", "gràcies" y "una abraçada" ya nos bastaría.

No dudo de que la integración de Pablo Iglesias a la catalana terra será ejemplar y, por mucho que parezca un despropósito, no me extrañaría que muy pronto forme parte de las listas de algún partido independentista

Si te viera el espíritu de Ernesto Laclau, Pablito querido, ¡ni te reconocería! De tomar posesión de "las callas y las plazas" a trabajar en el mundo privado, también en su derivada radiofónica. No lo critico y, como ya le dije personalmente, creo que Jordi Basté ha hecho santamente fichándolo, ya que Pablito estará estupendo explicando su teoría esquerro-comuna de las luchas compartidas en mi querida tertulia de RAC1, y será un auténtico placer ver cómo en un tal punto coincide con muchos opinadores y colegas de militancia indepe defensores de la tesis según la que todavía no somos suficientes, o en todo caso tenemos que ser un poco más; nada, un 5% o un 10%, y particularmente más entre los sectores del Área Metropolitana y, a poder ser, también entre los bizcos, los inmigrantes y todes les persones que se encuentran en estado de transición genital o en un lugar desconocido del ser todavía desconocido.

Como decía el inteligentísimo y realmente progresista Fernando Rabal, el comunismo siempre ha implicado la censura, el campo de concentración y la miseria, y España es uno de los pocos países del mundo donde, siguiendo las palabras del dramaturgo, sus "anacronistas del crimen" todavía se encuentran impartiendo lecciones en sus aulas. Así será de nuevo, y los investigadores de la UOC (y lo que es todavía peor, sus alumnos) tendrán que ver cómo teorías políticas que ya se han demostrado no solo inaplicables sino directamente malévolas contra la humanidad son extendidas en la universidad catalana, una docta casa que se llama "Oberta" y "de Catalunya", pero que, como pasa con la Pompeu Fabra, ya podría pasar a llamarse "Cosmopolita", "de los pueblos de España" o quien sabe si "Pi i Margall". Dicho esto, servidora es liberal y ya le está bien que en las universidades se fiche a quien se quiera y en las condiciones que quiera.

Hay que reconocer que nos espera un futuro esplendoroso. No dudo de que la integración de Pablo Iglesias a la catalana terra será ejemplar y, por mucho que parezca un despropósito, no me extrañaría que muy pronto forme parte de las listas de algún partido independentista. Si creéis que exagero, pensad que hace ya unos cuantos años dije que Podemos se había creado para convertirse en una de las reacciones españolas contra la movilización y la fuerza del independentismo con el fin de maquillar el bipartidismo español, acabando de afianzarlo. Cuando lo decía, of course, todo el mundo me miraba con aire de estupefacción y suficiencia. Espero que, en el futuro, cuando Pablito fiche por alguna sectorial política catalana, cuando menos, me paguéis una copita en el bar. Ahora no mamo por prescripción médica y, cuando menos, salgo mucho más barato. Bienvenido, Mr. Pablo, a la tierra de acogida.