Ha pasado un año desde que los Jordis subieran a aquel coche a pedirle pacíficamente a la gente —que, también de manera pacífica, se había congregado para protestar ante unos registros que pretendían paralizar la consulta que tendría lugar días después— que marchara a casa. Un año desde que la prensa comenzase a bombardear con mentiras, manipulaciones y relatos absolutamente falsos a la opinión pública. Trescientos sesenta y cinco días de malentendidos, discusiones y teléfonos escacharrados a un lado y al otro del Sénia.

Escribo estas líneas sabiendo que en estos momentos los Jordis estarán pensando, seguro, que hace exactamente un año estaban ahí: subidos a un coche de la guardia civil, megáfono en mano, convocando a la gente a encontrarse al día siguiente, apelando a mantener la calma, agradeciendo la respuesta masiva de la ciudadanía ante una situación excepcional, pidiendo a todo el mundo que no respondiera a las provocaciones, que dejasen trabajar a la secretaría judicial, tal y como habían venido haciendo. Y lo han dicho en una carta que han escrito desde la prisión de Lledoners: no se arrepienten de nada, porque nada malo hicieron. Y tienen toda la razón y todo mi apoyo, como desde el primer día: “Tarde o temprano sus mentiras y la injusticia caerán”. Estoy segura. Lo que me duele es lo que nos duele a todos: lo que se están llevando por delante, porque la libertad arrancada de estos meses no se devuelve; los capítulos de una vida tampoco vuelven. Y lo que tengo presente, como madre, como compañera, cada día, tampoco. Es inevitable ponerse en la piel de las mujeres, de los hijos, de las madres… Y seguiremos escribiendo, contando lo que no quieren que contemos, hablando de lo que no quieren que hablemos. Homenajeándoles. Como hicieron ayer mismo los trabajadores de Economía.

Hay que explicar qué sucedió el 20 de septiembre y no cansarse de intentarlo. Lo que ocurrió en realidad. Es importante difundir y #quesevea esto.

Es fundamental invertir tiempo en explicar una y otra vez que no hubo violencia, que no hubo nada parecido a una sedición, ni a una rebelión. Y acumular, como hormiguitas, todas las pruebas que van demostrando día a día cada una de las mentiras orquestadas para tratar de imponer una manera de ver las cosas, un solo criterio. Porque esta es la vía de hacer entender que no, que España no se comporta de manera democrática. Porque miente, porque oculta, porque silencia, porque persigue, porque mete en la cárcel, porque obliga al exilio. Porque no permite expresar algunas opiniones. No permite plantear preguntas. No permite…. No consiente… no contempla… no informa… y quienes han de juzgar, hoy han demostrado ser absolutamente parciales de una manera inequívoca. Y esto no es justicia.

Un escándalo sin precedentes. Ese grupo de jueces que han utilizado un canal de comunicación a la vista de todos sus compañeros, que se han sentido impunes para hacer comentarios absolutamente irrespetuosos, hirientes y antidemocráticos. Olvidando (o quizás, precisamente no), que el independentismo, el soberanismo, o el nacionalismo son maneras respetables de defender ideas y que sus comentarios de absoluto odio muestran su incapacidad para ejercer su función con la prudencia y distancia que su cargo requiere.

Lo explicaba ayer Joan Queralt aquí. Y es tan aberrante lo sucedido que cada minuto que pase sin una respuesta contundente por parte del ministerio de justicia, del presidente del gobierno, del Poder Judicial, es un dolor profundo y un roto (otro más) para la democracia y para los demócratas.

Es fundamental invertir tiempo en explicar una y otra vez que no hubo violencia, que no hubo nada parecido a una sedición, ni a una rebelión

Lo explica el Catedrático en Derecho Penal, y me parece importante repetirlo: es de aplicación en este caso el artículo 418.5 de la Ley Orgánica del Poder Judicial.  “Es falta grave (…) 5. El exceso o abuso de autoridad, o falta grave de consideración respecto de los ciudadanos, instituciones (…).” Y mencionamos este punto, habiendo otros que también darían para un buen análisis, a tenor de las últimas actuaciones (me refiero al punto 2 y al punto 3), que están aquí a disposición de los lectores.

En mi opinión, hace bien el Presidente Torra al exigir la dimisión inmediata del presidente del Consejo General del Poder Judicial. Y es que, ya lo explica Queralt, el conocimiento de los comentarios en este foro por parte del Consejo es notorio, ya que hace meses se sancionó a uno de los que en el chat participaban, precisamente por criticar las actuaciones de la policía el 1 de octubre. Fue sancionado, se le impuso una multa y se le apercibió. Cosa que no ha sucedido con todos los comentarios que han insultado a las autoridades políticas, así como a la ciudadanía, por cuestiones ideológicas.

Uno de los jueces que han realizado comentarios como los que se refieren a los independentistas como “golpistas”, fue precisamente Agustín Vigo Morancho. Este magistrado tuvo que dictar sentencia ante una demanda interpuesta por la Generalitat contra el periodista Federico Jiménez Losantos, por haber llamado “nazis” a algunos dirigentes políticos catalanes. Los comentarios que realizaba el magistrado en el foro tuvieron lugar en fechas previas a su sentencia en este asunto y lo cierto es que mantiene su “línea editorial”, que poco se aleja de la del periodista.

Estos jueces se han sentido impunes para hacer comentarios absolutamente irrespetuosos, hirientes y antidemocráticos, olvidando que el independentismo es una forma respetable de defender ideas

Este magistrado ya publicaba en sus redes sociales sin ningún tipo de reparo, adjetivos como “criminal” a Artur Mas, el 20 de septiembre de 2014. Si, debe ser casual, pero el 20 de septiembre inspira a estos señores. Y como nos informaba ayer Nicolás Tomás aquí, en el blog que este magistrado tiene, ya se encargó de explicar por qué él consideraba hace un par de meses, que el gobierno de Sánchez no es un gobierno legítimo. No es al único que le dedica un post. Entre canción de quinceañera y de nostálgico de los noventa, también tiene palabras para el presidente Rodriguez Zapatero en su post titulado “Y el Miserable de ZP viviendo del Estado”. En este texto se puede leer “Toda la ruina de la actual situación española es culpa de ZP, el PSOE y la izquierda que le apoyó. Hasta cuando espera la fiscalía para pedir responsabilidades penales a ZP y a quienes gobernaron con él.” (Las faltas gramaticales son del magistrado).

Este punto de vista sobre la “izquierda” española se repite en algún que otro post. Como ese que titula “la izquierda no democrática”. En este artículo, publicado el 12 de enero de 2012, o sea, poco después de que llegase al gobierno Mariano Rajoy, se puede leer esto: “pese a la tolerancia que durante 7 años tuvieron con quien hundió el país, al nuevo gobierno democrático elegido por la mayoría del pueblo, esa izquierda intolerante, incivilizada, de escaso rigor intelectual y sin valores democráticos, en una semana o menos de del nuevo gobierno ya se ha puesto a insultarle. Con eso demuestran quienes son y su educación.”

Es interesante darse una vuelta por su blog. Se pueden encontrar un sinfín de frases como ésta, a tenor de los premios Goya del 2008 : “Hace unos días, sin pena ni gloria como es normal, se celebraron sendas reuniones, asambleas u otorgamiento de los premios Goya y Max; y claro está, los actores españoles que se creen los sabios no sólo de España, sino del mundo entero, volvieron a expandir sus ideas sobre el pensamiento único: el pensamiento marxista o de ultraizquierda. (…)Todo para que estos señores, que viven en mansiones, invierten en bolsa o poseen grandes propiedades, cobren para realizar un trabajo mediocre o sin trabajar. Ya lo decía el refrán, son estómagos agradecidos, que sólo saben imitar la z de zoquete  y la ceja de ciegos.”

Es triste comprobar que era cierto: España a día de hoy deja serias dudas para poderla considerar una democracia consolidada

No quisiera yo aburrirle, querido lector, pero es que el asunto tiene bemoles. Y al menos en el Parlamento Europeo se ha denunciado el escándalo de los correos entre los jueces. En España está por ver aún la reacción, porque de momento estamos esperando reacciones.  Aquí puede entenderse por qué Lesmes, presidente del CGPJ a quien Torra ha pedido su dimisión, se mantiene en silencio sobre este asunto.

Anonymous ha comenzado a publicar los nombres de quienes participaban en este foro. Y será así como podremos ir leyendo sus blogs, incluso revisando sus sentencias para, posiblemente comprobar, que su ideología es más fuerte que la objetividad que deberían mantener ante sus funciones.

¿Quién juzga a los que nos juzgan? ¿Cómo podemos protegernos de quienes se supone que han de garantizar el cumplimiento de las reglas? Es triste comprobar que era cierto: España a día de hoy deja serias dudas para poderla considerar una democracia consolidada. Ya lo viene señalando el Consejo de Europa con insistencia: la necesaria y urgente reforma del sistema judicial español para dejar de estar a la cola en independencia. Pero da igual. A nadie parece importarle lo que nos dicen cada año en el informe GRECO. Y da la sensación de que tenemos un problema tan grave, están tan tocadas las estructuras fundamentales del Estado, que va a costarnos mucho poder hacer de este un país que esté a la altura de lo que dice ser.

Más nos vale abrir los ojos y tratar de hacer las cosas en base a los criterios democráticos y con la ayuda internacional. Porque esto pinta cada vez peor.