La presidenta madrileña, Isabel Ayuso, vino invitada ayer a Barcelona, justo en el aniversario del discurso del Rey —no del inglés que da título a la película—, sino del actual rey español con motivo del referéndum catalán del 1 de Octubre de 2017. Sí, ya hace 5 años de aquel 3 de octubre y no sé si decir que me parece muy lejano, por tantos acontecimientos extraordinarios, como muy próximo, por la viveza con que conservo el recuerdo de todo lo que pasó.

Ciertamente soy más de recordar las cosas buenas que las malas —con respecto a los detalles—, pero eso no quiere decir que me olvide de estas últimas; y entre estas, el discurso del Rey tiene un papel, ciertamente protagonista. Un protagonismo que Ayuso aplaudía este mismo lunes con sus palabras, alabando tanto la figura monárquica como el posicionamiento adoptado.

No podemos estar más alejadas, supongo que en todo, pero especialmente en sus consideraciones sobre las palabras del Rey en referencia al 1-O y, evidentemente, en todo lo que tiene que ver con Catalunya y que ella no se ha ahorrado de expresar con claridad —y no sé si añadir con verbigracia castiza—, especialmente con respecto a la lengua. Si en algún momento nos despistamos o estamos tan cansados y cansadas —el dolor de pies, cuando menos en mi caso, cada vez se nota más y dura más—, no hace más falta que aguzar el oído para constatar que el encaje en España no es posible; más allá que como país vecino y, aún así, la relación que espero pueda ser de buena convivencia, será difícil. Y no solo por una cuestión de patrias, sino, y especialmente, de concepción del mundo.

No hace más falta que aguzar el oído para constatar que el encaje en España no es posible. No sólo por una cuestión de patrias, sino, y especialmente, de concepción del mundo

Del discurso de la presidenta madrileña pienso que vale la pena señalar especialmente una frase respecto de la monarquía que da cuenta del proyecto de país de la españolidad: "Fue brillante y demostró la importancia que tiene la Corona, la monarquía parlamentaría, como garante de la unidad y de la igualdad de todos los españoles ante la ley". Sí, en estos términos, después de todo lo que ha pasado y sigue pasando en los juzgados españoles con respecto a los y las independentistas represaliadas y lo que no ha pasado —ni parece que pasará—, en los juzgados españoles con la corona.

Sé que podemos dejar el análisis solo en la constatación de la ignorancia o la mala fe en que está instalada una buena parte de la clase política —de la clase política que, además, triunfa—, y que genera discursos esperpénticos como estos, pero es mucho más profundo que todo eso. Que esta señora sea de la derecha española no hace diferencia con lo que hace el PSOE y no sólo lo digo en el sentido de ser monárquicos, sino de salvaguardar la institución incluso por encima de la democracia. ¡¡¡Hagamos lo posible, por favor, para dejar todo esto hacia atrás!!!