Aquellos que tenemos las raíces en las Terres de l'Ebre hemos pasado muchas veces por delante del Assut de Xerta. Aquellos que todavía no lo conozcáis, seguramente el sonido de la palabra "assut" os recordará a la consonancia de las palabras de las lenguas árabes. Esta palabra es una de las muchas que la huella de los árabes dejó en nuestras tierras.

El Assut de Xerta se encuentra entre los municipios de Xerta y Tivenys (Baix Ebre), en uno de los parajes más espectaculares del curso bajo del río Ebro, con una importante obra de ingeniería hidráulica que transformó la actividad económica de la zona y que ha dejado un testimonio monumental del patrimonio industrial.

La palabra 'assut' quiere decir presa, contención. El Assut de Xerta (y Tivenys) consta de unos 310 metros de longitud construidos en diagonal al cauce del río y que lo cruza de lado a lado. Existe la hipótesis que los romanos hicieron una esclusa donde hoy está el azud para dificultar el tráfico fluvial por el Ebro. También existe la idea de que el origen se podría remontar a la época islámica y que se habría restaurado en el siglo XII, después de la conquista de Tortosa. Aun así, no se acabó hasta 1411, bajo la dirección de Mussà Alamí. Fue en el siglo XIX cuando se acondicionó el azud para conducir el agua hacia los canales de la derecha y la izquierda del Ebro que, todavía hoy, sirven para regar el Delta y las huertas interiores del valle.

Acto de apoyo 'Free Forcadell'

Y en este magnífico paraje ebrense, durante la tarde calurosa del pasado 26 de agosto, el día en que hacía 156 días que la presidenta Carme Forcadell estaba privada de libertad, centenares de personas venidas de todas las Terres de l'Ebre llenaban el pueblo natal de la presidenta (Xerta) y la playa fluvial de la población de Tivenys (al otro lado del río).

La acción fue organizada por el colectivo Free Forcadell con el objetivo de pedir la libertad de la presidenta y el resto de presas y presos políticos y exiliados, así como denunciar la "farsa" y "el invento" de la justicia española para calificar unos delitos que la justicia de varios países europeos no avala ni comparte.

A las 18 horas, puntuales, la gente empezaba a aparecer (en partes iguales) por las dos orillas del río Ebro, entre los naranjos y los olivos que llenan esta tierra. Simultáneamente, los participantes empezaban a cruzar el cauce del Ebro, a paso firme, en silencio, en fila, siguiendo los pasos del que caminaba delante. El color amarillo de las camisetas gritaba "Llibertat Forcadell" a la vez que teñía el cauce del río. Poco a poco, avanzaron por encima del perfil estrecho del azud, aprovechando que en verano el caudal del Ebro (de unos 125m³/s) es bajo.

Después de unos minutos, el río quedaba invadido del color de la libertad, con centenares de manos cogidas al grito de "Ni prisión ni exilio" y "Os queremos en casa", palabras que se podían leer en las pancartas desplegadas justo en medio del río. A vista de pájaro se podían observar las letras de grandísimas dimensiones gravadas al azud con el nombre de "CARME" y un lazo amarillo al lado, gracias al trabajo de rascar el senill (material vegetal verdoso que queda depositado en el azud por el paso del agua) y grabar las letras en la piedra.

El agua fresca del río Ebro pasaba entre los dedos de los pies de los que ocupaban los más de 300 metros de anchura del río. Los pies en el río, la cabeza de cara al viento que soplaba ligeramente en el cauce del Ebro y el corazón en la prisión de Mas Enric, con la presidenta Forcadell.

Impactante la imagen del Ebro cruzado por los valores de la libertad y la justicia. La voz de un solo pueblo para dejar claro que no nos detendremos hasta que la presidenta y el resto presos y exiliados vuelvan en casa. Porque por muy altos que sean los muros, nunca podrán encerrar la dignidad de todo un pueblo.

Presidenta, el Ebro no os olvida

Son muchas las palabras que nos gustaría escuchar de tu voz, tus consejos, tu manera de enfocar el futuro y de afrontar el presente. Son muchos los días que el agua del río añora tu presencia, pero tu fuerza, tu espíritu, tu lucha, tu anhelo y el de millones de catalanas y catalanas continúa intacto. Libertad, justicia y República.

Nunca podremos olvidar tus palabras de "¡Presidente, ponga las urnas!" al frente del Assemblea Nacional Catalana; el coraje y la valentía como presidenta del Parlament de Catalunya ante momentos cruciales de nuestro país, así como tantas y tantas acciones más, innumerables. La presidenta que no nos falló nunca para defender la democracia, el debate y la libertad. Ahora nosotros no te fallaremos hasta volver a tenerte en casa.

Presidenta Forcadell, persistiremos, lucharemos cívicamente, sin caer en provocaciones, seduciremos, alargaremos la mano a todos/as los demócratas, a todos los que aman la justicia y la libertad, con una sonrisa siempre. Y lo haremos como lo hace el Assut de Xerta, actuando de presa y de muro de contención para parar la brutalidad y feroz represión judicial del Estado Español. Un Estado que quiere esconder la existencia de presos políticos porque saben que va en contra de la espina dorsal de la orquesta del ultranacionalismo español. Una gran amenaza contra la oligarquía y contra los engranajes del régimen autoritario que durante tantos y tantos años han estado perfectamente engrasados.

El Ebro te echa de menos presidenta, pero nunca olvida, y no desfallecerá, ni un segundo, hasta que vuelvas a casa, el lugar que te vio nacer.

Lo meu riu, lo meu riu, sento com em crida lo meu riu (Joan Rovira, cantautor ebrenc).