Desde hace varios días, los estrategas del Partido Popular y los responsables de demoscopia de la calle Génova bajo el mando de Pedro Arriola no dejan de hacer números y más números. Ganarán las elecciones el 20D, si hacemos caso a todas las encuestas conocidas hasta la fecha, pero ¿podrá el PP conservar la Moncloa? ¿Podrá conservar el poder que ostenta desde finales del 2011? Esa es ya, sin discusión, la cuestión central cuando la campaña acaba de pasar su ecuador y los nervios de todos los partidos están a flor de piel, una vez han dado por bueno todos sondeos que el bipartidismo en la política española, tal como lo hemos conocido, está a punto de saltar por los aires.

De ahí que todas las formaciones lleven en sus bolsillos una calculadora para ver cómo salen los números. ¿Y qué dicen hoy las encuestas? Pues que el Partido Popular se sitúa en una horquilla de entre 120 y 130 escaños, que Ciudadanos tiene una ligera ventaja para la segunda posición frente un PSOE en caída libre y que a Podemos la campaña le está yendo bien. El porcentaje de electores sin el voto decidido sigue siendo muy alto y, en casi todas las combinaciones, los perjudicados son casi siempre populares y socialistas.

En estos momentos, para el PP la preocupación es doble: si Ciudadanos quedara segundo el 20D, sería el ganador moral de los comicios y estaría en condiciones de intentar un gobierno con el PSOE que superaría ampliamente en escaños a los populares. Los empresarios no harían ascos a este ejecutivo y seguramente tendría una cierta complicidad mediática. Pero también es posible, aunque menos probable, que sean los socialistas los que queden segundos y la suma con Podemos superara por poco en escaños a la del PP. Ello precisaría de la abstención del partido de Albert Rivera, en línea con alguno de sus últimos discursos de que ni gobernará con los populares ni les ayudará a gobernar.

A la espera de las últimas encuestas, que se pueden publicar hasta el lunes, la suma de las combinaciones amenaza con alterar el ritmo normal de la campaña y acabar planeando de una manera importante sobre los 47 diputados que elige Catalunya para el Congreso. La agenda catalana no se abre hueco en la campaña. Y faltan nueve días para la cita con las urnas.