No formarán parte de las cosas a recordar muchos de los momentos que hemos vivido en Catalunya desde el 27 de septiembre hasta la fecha. En general, tres meses de un muy pobre y triste espectáculo político que se inició con un protagonismo desmesurado de la CUP, formación a la que los electores dieron la llave de la gobernación en Catalunya, pero que ellos confundieron rápidamente con un cheque en blanco. No han sido los únicos que no han estado a la altura y, en las últimas horas, hemos asistido a una serie de propuestas para desencallar las negociaciones entre Junts pel Sí y la CUP, sin duda bien intencionadas, pero que de lo menos que pueden ser tildadas es de estrambóticas. Y eso que la política lo aguanta casi todo. Quizás por ello, la victoria independentista del 27 de septiembre está a punto de ser un referente de los libros de historia y no una situación política real, ya que la legislatura se le está escapando al president Mas de las manos.

Dispone Artur Mas de las últimas horas para consultar con la almohada si las elecciones del 6 de marzo han de ser o no convocadas o, por el contrario, ha de detener el reloj y, con ello, la situación que ha provocado la CUP –y que, curiosamente, a quien menos le va a afectar es a ellos mismos, ya que fue JxSí quien planteó los comicios como excepcionales–. El dilema mediático durante estos meses de "Mas o març" ha acabado por encandilar a partidarios y detractores cuando desde hace semanas ya no era esta la cuestión, puesto que la posición de la CUP era, sobre todo, ideológica.

A nivel operativo, todo está a punto para que se firme el decreto de convocatoria de los comicios y se ponga en marcha el procedimiento administrativo correspondiente. A nadie le sorprenderá, por tanto, que esta sea la decisión. Además, así lo explicitó el president en funciones en su última comparecencia pública en una entrevista en TV3 el jueves por la noche. Hay un pequeño hilo de esperanza para el acuerdo, ha dicho públicamente el presidente de la ANC, Jordi Sànchez. "El tópico de que mientras hay vida hay esperanza probablemente ahora es menos tópico", puntualizaba uno de los políticos de JxSí, políticos que anoche habían enmudecido. Y, quizás, sólo queda esa última reflexión con la almohada.