Aunque hoy en día cuesta decir qué sondeo es más creíble, ya que son muchos los que se publican y unas veces aciertan unos y otras otro, lo cierto es que los estudios demoscópicos que realiza el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) han gozado siempre de un cierto predicamento ni que sea porque su muestra es muy importante (17.452 encuestados), son preguntados ciudadanos de 1.151 municipios y el recuerdo histórico de su base de datos se remonta al inicio de la transición. Dicho esto, ha tenido fracasos clamorosos. Con todos estos condicionantes, el CIS acaba de sentenciar tres cosas: el bipartidismo en la política española tal como lo hemos conocido está muerto, el PP salvará el gobierno de España sólo si quiere Ciudadanos y la noche del 20 de diciembre puede ser la de la despedida de Pedro Sánchez de la secretaría general del PSOE. En Catalunya, la marca de Ada Colau (En Comú Podem) puede ser la ganadora de los comicios.

De la encuesta del CIS se deduce que llega la complejidad a la política española. O, dicho de otra manera, llega la política. Los gobiernos de coalición, los pactos y, quién sabe, si los gobiernos inestables. Habrá victoria de Rajoy pero no es seguro que el presidente pueda continuar en su residencia de la Moncloa otros cuatro años. El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, que se ha cansado de decir que un pacto con el PP tendrá que ser con otro candidato, se enfrenta a una prueba de fuego sobre su credibilidad. El sondeo deja a los socialistas en una posición extremadamente preocupante: una docena de escaños les separan de Ciudadanos, en algunas provincias perdería por primera vez la representación política y, lo que es más grave, para ellos (y también para los populares): Rivera ha penetrado con fuerza en las provincias de la España profunda, donde acaban jugándose las elecciones. Ahora se entiende más el hecho de que Mariano Rajoy esté prestando una especial atención a circunscripciones pequeñas donde sólo están en juego cuatro o cinco escaños.

En la foto del CIS, la batalla catalana la gana En Comú Podem gracias al gran tirón de la alcaldesa Colau, que hace un agujero enorme a los socialistas catalanes en la provincia de Barcelona, donde también les rasca C's. Pero ojo, las encuestas de las pasadas elecciones catalanas también vaticinaban un buen resultado a Catalunya Sí que es Pot que luego no se cumplió. Entre otras cosas, porque Iceta fue capaz de despertar a una parte del electorado socialista durmiente con una buena campaña. Bien es cierto que en aquellos comicios la baza Colau no estuvo presente. A diferencia de otros estudios demoscópicos, éste situa a Democràcia i Llibertat (que engloba a CDC) por delante de Esquerra Republicana, quizás un ejemplo de que este espacio independentista está en constante ebullición. De todas maneras, teniendo en cuenta las diferencias globales entre los grandes partidos y el alto número de indecisos, todos, menos el PP, aspiran a la victoria o a estar muy cerca de ella. La campaña sí servirá para algo.