Suecia certifica la sorpresa y accede a los octavos de final del Mundial de Rusia como primero de Grupo F. Los suecos superan sin problemas a México, que también se clasifica, como segundo. Alemania queda fuera de las eliminatorias contra todo pronóstico.
Dos aspirantes
Uno de los grupos más igualados del Mundial de Rusia llegaba a la última jornada con las dos plazas para pasar a octavos todavía para decidir. La eliminación de Corea del Sur era la única certeza de México y Suecia, que también competían contra Alemana. Los tres puntos de margen de los mexicanos podían quedar difuminados con una derrota.
Los suecos sabían que sólo les valía la victoria para alargar la tradición de pasar de grupos cuando han participado en un Mundial de 32 selecciones. Lo han intentado con el juego directo y la pelota parada. El capitán Andreas Granqvist y el delantero Marcus Berg han tenido las ocasiones más claras mientras México todavía cogía el pulso al partido.
La presión incansable de Chicharito Hernández ha provocado que Carlos Vela rozara el 1-0 con un disparo que se ha marchado fuera a un palmo del palo derecho de la portería de Robin Olsen. México tenía menos la pelota, pero se encontraba cómodo robando en campo contrario para contraatacar. El mérito de Juan Carlos Osorio es que su selección compita en cualquier decorado.
Suecia, empujada por Emil Forsberg desde la banda izquierda, creaba peligro con muy poca cosa. Cualquier pelota colgada en el área se convertía en un dolor de cabeza para los centro-americanos, superados por camisetas amarillas que parecían imantadas. El VAR ha detenido el partido y ha enviado al árbitro al televisor para revisar un penalti por manos de Chicharito. La jugada, muy dudosa, ha quedado en nada.
El juego de la calculadora
El empate sin goles al descanso dejaba México a la expectativa. Y el gol de Ludwig Augustinsson lo hundía. El lateral sueco se estrenaba como goleador después de cazar una pelota muerta dentro del área. Eso dejaba a los alemanes contra las cuerdas y empujaba a los mexicanos al precipicio.
Un penalti de Héctor Moreno ha extremado las emociones. Granqvist, tal y como hizo contra Corea, no ha fallado desde los once metros. El 0-2 obligaba a sacar la calculadora. México tenía que marcar un gol para no depender de Alemania, que sufría para romper el empate contra los coreanos. Entre cambios de sistema, ha caído el tercero de Suecia.
Edson Álvarez, con toda la mala suerte del mundo, ha hecho el 0-3 en propia portería después de que la pelota rebotara en su mano. Los mexicanos, momentáneamente clasificados, seguían caminando sobre la cuerda floja. Los últimos diez minutos tenían que decidir el futuro de tres selecciones. En Ekaterimburgo, los suecos ya celebraban el pase a octavos.
Chicharito y Vela fallaban sobre la misma línea de gol mientras la afición mexicana se desentendía del partido y se entregaba a las pantallas de los teléfonos móviles. Todo el mundo estaba pendiente de Kazán y de los delanteros alemanes. El gol de Corea en el tiempo añadido lo dejaba todo decidido. México y Suecia celebraban, juntos sobre el césped, la primera gran gesta del Mundial.