Tres puntos vitales para la selección española. España ha superado por la mínima a Irán y ha dado un paso de gigante para empezar a pensar en los octavos de final del Mundial de Rusia 2018. Diego Costa, de rebote, ha resuelto un partido dominado por España, pero también con una dosis importante de sufrimiento en el tramo final.

Taqui-gol español

España era la favorita e Irán buscaba conservar el liderazgo del Grupo B. Y el partido ha ido como se esperaba. El combinado español ha tenido el balón, ha tenido la posesión y ha dejado a los asiáticos cerrados detrás.

Poco a poco los de Fernando Hierro se han ido encontrando más cómodos sobre el césped de Kazán, pero no han tenido la efectividad esperada. Dominio muy claro, pases infinitos, e Irán que sólo se ha dedicado a defender y esperar algún regalo a balón parado.

Y la tónica del taqui-gol español se ha acentuado en toda la primera mitad y también en el inicio de la segunda. El balón no faltaba porque España ha hecho lo que ha querido. Moviendo de lado a lado, Iniesta, Silva, Busquets y los laterales tocando sin cesar.

Una nota evidente del partido que se ha visto en el Kazan Arena han sido los escasos 49 pases que ha completado Irán en los primeros 45 minutos, y los más de 300 de los españoles. Tres centrales, carrileros haciendo de extremos, un medio del campo muy poblado, pero a la selección española le ha costado mucho encontrar a un Diego Costa muy escondido y pasado de revoluciones en alguna ocasión.

España respira con Diego Costa

Tocar, tocar y tocar, hasta que el goleador Costa ha tenido su momento de fortuna. Ya marcó dos goles contra Portugal, y contra Irán ha aprovechado un rebote para sacudir el partido. Minuto 54, cambio de marcador y también vuelco total.

Los asiáticos se han visto obligados a hacer un cambio de chip y han adelantado líneas. Y con el nuevo sentido del partido también se ha empezado a ver espectáculo. Si en la primera mitad y hasta el gol español era un taqui-gol sin ocasiones, cuando se ha movido el resultado todo el mundo se ha revolucionado.

Irán ha salido al ataque y España ha sufrido. Un fuera de juego confirmado por el VAR ha salvado al combinado español de un empate que ha sobrevolado en varias ocasiones el Kazan Arena. Finalmente tres puntos para los españoles, ya empatando en el liderazgo del Grupo B con Portugal, y ahora se verán las caras con Marruecos, ya eliminado, en la última jornada.