Croacia ha necesitado la tanda de penaltis para superar a Dinamarca y clasificarse para los cuartos de final del Mundial de Rusia (1-1). La selección de Rakitic ha sufrido de lo lindo, pero ha conseguido eliminar a unos combativos daneses que han muerto de pie. Los croatas se enfrentarán, el próximo sábado a las 20.00h, a la anfitriona Rusia.

Nadie regala nada

En un Mundial, una de las frases más repetidas cuando empiezan las eliminatorias es que "ha llegado la hora de la verdad y que lo que se ha hecho durante la fase de grupos no vale para nada". Es cierto que el juego de los tres primeros partidos es bastante sintomático, pero no lo es menos que una buena primera etapa no te garantiza el éxito en los cruces decisivos. Argentina y España se clasificaron para los octavos de final con un juego que dejó mucho que desear y ya han hecho las maletas. Croacia, en cambio, fue la selección revelación durante las primeras semanas de campeonato y ha tenido que sufrir de lo lindo para sellar el billete para los cuartos.

Y es que, contra Dinamarca, no ha conseguido imponer del todo la superioridad que se le presuponía sobre el papel. La selección de Åge Hareide, que consiguió clasificarse para los octavos con mucho más sufrimiento que buen fútbol, ha competido hasta el final contra un combinado que llegaba a Nizhni Nóvgorod después de destrozar a la propia albiceleste, Nigeria e Islandia. Cuando sólo había pasado un minuto, Jorgensen ha enviado un mensaje en forma de gol a Modric, Rakitic y compañía: el partido de hoy no sería un mero trámite. Croacia tendría que luchar de lo lindo si quería seguir viva en la Copa del Mundo.

La rápida respuesta de Mandzukic ha dado la bienvenida al intercambio de golpes en que se ha convertido el duelo. Ambos tantos han sido fruto de la fortuna y han colocado el 1-1 en el marcador cuando todavía no se habían disputado ni cinco minutos. A partir de entonces, ninguno de los dos conjuntos ha podido hacerse con el dominio de la pelota y la lucha en el medio del campo inicial se ha traducido en bastantes aproximaciones a las áreas de Subasic y Schmeichel. En un partido que, por la intensidad, las alternativas y las ocasiones que ha tenido, ha contrastado enormemente con el que ha supuesto la eliminación de España del Mundial, el acierto en los lanzamientos de penalti ha acabado determinando que Croacia, más por practicidad que por vistosidad, era la selección encargada de enfrentarse a la anfitriona Rusia en los cuartos de final.

Rakitic no tiembla

A medida que han ido pasando los minutos, el miedo a perder de las dos selecciones ha pesado más que las ganas de ganar. Y el número de oportunidades, evidentemente, se ha resentido. La capacidad ofensiva de unos y otros ha disminuido exageradamente y cada vez han ido pasando menos cosas. Dinamarca ha conseguido que las sensaciones de Croacia empeoraran mucho respecto de las que transmitieron durante la fase de grupos. Rebic, Perisic y Mandzukic han aparecido muy poco y Modric y Rakitic se han perdido entre el mar de piernas de un medio del campo danés liderado por el incombustible Poulsen.

Ninguno de los dos combinados nacionales han vuelto a ver portería durante el tiempo reglamentario y el partido se ha tenido que decidir en el tiempo extra. Y, entonces, aunque Eriksen no ha aparecido en exceso, los daneses han seguido poniendo en serios problemas a los croatas. Su puesta en escena ha sido mucho mejor y durante la prórroga los futbolistas de Åge Hareide han bordeado el área de Subasic. Dinamarca ha ido de menos a más en el Mundial y ha estado a punto de enviar al garete la fase de grupos inmaculada de Croacia. La frase "ha llegado la hora de la verdad y lo que se ha hecho durante la fase de grupos no vale para nada" estaba a punto de tomar más sentido que nunca.

Modric ha tenido a sus pies la posibilidad de evitar que el duelo se decidiera en los penaltis, pero a tres minutos del final ha fallado, precisamente, una pena máxima provocada por Rebic. Croacia ha estado contra las cuerdas y a sólo un paso de quedar eliminada, pero en una tanda de penaltis muy emocionante se ha impuesto por 3 a 2. Subasic se ha llevado la batalla de paradas contra Schmeichel; y Rakitic se ha apuntado el tanto definitiva. Dinamarca no ha encontrado premio a su lucha y se ha acabado despidiendo del Mundial sin merecerlo. Croacia, por su parte, sigue con vida en la Copa del Mundo y tendrá que superar a Rusia si quiere clasificarse para las semifinales.