Victoria incontestable de Brasil contra Serbia (0-2). La pentacampeona no falla y certifica el pase a los octavos de final del Mundial de Rusia como primera de grupo. México, su próximo rival, ya sabe que tendrá que sudar para doblegar a un equipo que llega a las eliminatorias en el mejor momento del torneo después de los goles de Paulinho y Thiago Silva.

El '10' es Coutinho

Los brasileños aterrizaban en Moscú escarmentados por la eliminación de Alemania. A pesar del margen al frente del Grupo E, una combinación de resultados podía dejarles fuera en la última jornada. Tite, un hombre de costumbres, ha repetido la misma alineación que ganó contra Costa Rica. Los once que picaron piedra hasta el tiempo añadido, en el campo para evitar sorpresas contra Serbia.

Sin tiempo para entrar en calor, Brasil ya tenía un problema. La lesión de Marcelo a los nueve minutos ha provocado el primer cambio. Debutaba Filipe Luis en este Mundial. El cambio no ha tenido incidencia en un planteamiento que ha vuelto a orbitar alrededor de Philippe Coutinho. El número '11' hacía de '10'. Neymar no conseguía trascender y abusaba de la conducción, disfrazándose de cartero para entorpecer los ataques.

Serbia tenía muy claro que tenía que jugar sin complejos para apurar sus opciones de continuar con vida. Filip Kostic y Aleksandar Mitrovic eran las notas positivas de un ataque que se ha hundido con la conexión del Barça. Coutinho, con el telescopio, ha visto el desmarque de Paulinho a la espalda de los centrales serbios. La pelota, teledirigida, ha encontrado el pie derecho del mediocampista blaugrana, que ha superado al portero Vladimir Stojkovic con un toque sutil.

El panorama era inmejorable para Brasil: sólo tenía que gestionar la ventaja ante un equipo que no tenía más remedio que desprotegerse. Los brasileños se encuentran cómodos defendiendo y se hacen fuertes cerca de la portería de Alisson Becker. El contragolpe, normalmente limitado, estaba más legitimado que nunca.

Intercambio de golpes

Neymar ha fallado cuando lo tenía todo de cara por hacer el 0-2 después de una carrera de 30 metros y Casemiro no ha acertado a rematar un córner en el segundo palo. Mitrovic se ha encontrado con Thiago Silva cuando ya cantaba gol y Milinkovic-Savic ha ajustado demasiado un diapro que se ha marchado lamiendo la escuadra. El partido había aparcado el conservadurismo para jugarse en las áreas.

Serbia veía cómo su futuro se teñía de negro a cada error. Perdonar contra Brasil es un mal negocio porque nunca sabes cuándo tendrás la próxima ocasión. Tite ha añadido músculo en medio del campo con la entrada de Fernandinho para conservar la diferencia. La pizarra del seleccionador ha dejado el partido visto para sentencia. En un córner, Neymar ha buscado la cabeza de Thiago Silva. Gol. 0-2.

Los serbios han acusado un golpe que ha catapultado a Neymar. El delantero del PSG, con muchos más espacios, ha aprovechado el tramo final para cargarse de moral de cara a las eliminatorias directas. Brasil, sin oposición, se gustaba. Todas las jugadas apostaban por el lucimiento, personal y colectivo, antes, que el gol. El resultado no corría peligro. La primera posición de grupo, tampoco.

Entre olés del público, los brasileños han consumido los últimos minutos para enviar un mensaje a los rivales. Ya son fiables y tienen mucho margen de mejora. Eso es una mala noticia para los aspirantes al título.