Robert Martínez, catalán y seleccionador de Bélgica, se estrena en un Mundial con una contundente victoria contra Panamá (3-0). El doblete de Romelu Lukaku y el gol de Dries Mertens rompen con la tendencia de un torneo donde los aspirantes al título se han levantado con el pie izquierdo.
El mismo sistema
Bélgica, uno de los equipos más atractivos de esta Copa del Mundo, se presentaba en sociedad con pocos cambios: tres centrales y dos laterales largos. La fórmula había triunfado en una fase de grupos impecable donde acabaron imbatidos. Con la certeza de los resultados, faltaba ver cómo rendían las jóvenes estrellas en su gran escaparate.
Panamá no parecía un rival que pudiera darle la lata ni provocar ninguna sorpresa. Con la pelota desde el primer minuto, Bélgica ha empezado a inclinar el campo. El capitán Eden Hazard ha ejercido de líder para orquestar la mayoría de los ataques, que también contaban con la colaboración de Mertens y Kevin de Bruyne. El talento se encontraba al margen del delantero Lukaku.
La falta de espacios anestesiaba al futbolista del Manchester United, perdido entre piernas panameñas. Bélgica tenía el punto de mira desviado, pero no sufría en defensa. El portero Thibaut Courtois era un espectador de lujo en Sochi. Las ocasiones caían del mismo lado y sólo era cuestión de tiempo que el 0-0 quedara desfasado.
Toneladas de talento
El descanso ha reactivado a los belgas. Robert Martínez no ha tocado nada porque el equipo funcionaba: creaba y explotaba. Y Mertens le ha dado la razón. El delantero del Nápoles ha enganchado una pelota muerta en el vértice del área para dibujar una parábola imposible para el portero Jaime Penedo. El gol ha agudizado las diferencias.
Bélgica ya jugaba con el viento a favor. La defensa panameña acusaba el desgaste de la primera parte y regalaba muchos más espacios. De Bruyne, después de una jugada muy larga y en ataque estático, se ha inventado una asistencia con el exterior para encontrar la cabeza de Lukaku. 2-0. Todo estaba decidido. El talento belga había desequilibrado la balanza.
Panamá era un muerto viviente. Corría por inercia y no por convicción. El desánimo ha sido demasiado goloso para unos futbolistas que han aprovechado el tramo final para enviar un aviso a Inglaterra, rival directo por la primera posición del Grupo G. El 3-0 de Lukaku, después de un contragolpe y un pase al espacio de Hazard, ha puesto la guinda a un estreno inmejorable.
En un Mundial donde las favoritas empiezan temblando, la Bélgica de Robert Martínez levanta la voz para presentar su candidatura.