La selección argentina ha salvado los muebles del naufragio en Buenos Aires con un empate contra Venezuela. El empate a uno no deja buenas sensaciones y solo quedan dos partidos para asegurarse un sitio en el Mundial de Rusia o al menos aspirar a la repesca.

Argentina, quinta clasificada, tenía la opción de recuperar plaza directa por el Mundial al jugar contra la selección colista del grupo de la CONMEBOL. Venezuela no era una amenaza clara, pero se han convertido en una auténtica pesadilla para los argentinos.

La Albiceleste se ha estrellado con el muro de Wuilker Fariñez, el portero venezolano, que se ha convertido en uno de los principales protagonistas. Argentina quería los tres puntos, sin sufrir, con un Messi escogido nuevamente como el líder, pero no ha habido manera. Ocasión tras ocasión y sin ninguna jugada convirtiéndose en gol.

Los futbolistas de Jorge Sampaoli eran los que tenían las mejores oportunidades. Argentina repetía una vez y otra la misma táctica: abrir el campo, desbordar por las bandas y enviar centradas hacia Icardi. Paulo Dybala, no se escondía y Messi siempre estaba allí.

Pesadilla constante

Parecía imposible pensar en una derrota de los de Sampaoli, pero nada más empezar el segundo tiempo Ever Banega ha perdido un balón en medio del campo, Venezuela ha salido rápido al contraataque y Murillo ha conseguido el primer gol. Nervios y mucho miedo en la cara de los argentinos viendo cómo la ocasión de oro de situarse en zona de acceso directo al Mundial se alejaba.

Y gracias a Rolf Fletscher, solo cuatro minutos después de que Venezuela se adelantara, el futbolista venezolano se marcaba en propia portería para establecer un empate que dejaba a Argentina más tranquila. A pesar de las muchas ocasiones finales el empate ha determinado el marcador. Un punto de confianza para Argentina, todavía quinta de grupo y abocada a la repesca. Ahora sólo les quedan dos partidos en que están obligados a ganar. Primero será Perú y después Ecuador.