El Xiaomi SU7 ha vuelto al foco mediático tras detectarse deformaciones en los paragolpes delanteros de varias unidades. El problema se ha manifestado principalmente en condiciones de calor intenso, donde ciertos propietarios han observado desajustes visibles en la unión entre los faros y el paragolpes, así como superficies abombadas o irregulares. Estas incidencias han generado dudas sobre la calidad de fabricación del primer modelo eléctrico de Xiaomi, que ya arrastraba críticas por retrasos en entregas y estrategias comerciales poco claras.
Las imágenes que circulan muestran desalineaciones evidentes, especialmente en las unidades producidas durante los primeros lotes de fabricación. El fallo parece concentrarse en la rigidez de los plásticos utilizados y en la ejecución del montaje, lo que ha permitido que los componentes se expandan de forma desigual ante elevadas temperaturas. Esta situación no ha tardado en generar un debate más amplio sobre la fiabilidad estructural del vehículo y el control de calidad de la marca en su incursión inicial en el sector del automóvil.
La propia compañía ha reconocido que algunos modelos presentan problemas en el ensamblaje del frontal y en el comportamiento térmico de los materiales, lo que ha dado pie a una campaña de revisión gratuita para las unidades afectadas. Los ajustes se están llevando a cabo en talleres oficiales y, en algunos casos, mediante asistencia a domicilio, con intervenciones que apenas superan una hora de duración. Paralelamente, se ha revisado el diseño de los paneles implicados y se ha anunciado una modificación en los materiales utilizados en las series actuales de producción.
Reacción de Xiaomi y futuro inmediato del SU7
Llama especialmente la atención la rapidez con la que Xiaomi ha asumido la situación, ofreciendo soluciones directas y comunicando públicamente los pasos tomados para evitar que el problema se repita. Esta reacción pretende minimizar el impacto reputacional justo en un momento clave, ya que el SU7 representa el punto de partida de su estrategia de electrificación y movilidad inteligente.
Sin embargo, este episodio se suma a otros frentes abiertos en torno al modelo, como las quejas por diferencias entre las prestaciones anunciadas y las reales, o la controversia sobre la disponibilidad de ciertos elementos como extras opcionales. Todo ello ha tensado la percepción de algunos consumidores y ha encendido las alertas sobre el grado de madurez de la marca en un mercado tan exigente como el automovilístico.
A pesar de estas dificultades, el Xiaomi SU7 sigue generando un volumen considerable de pedidos, impulsado por una propuesta que combina diseño, prestaciones eléctricas y conectividad avanzada. No obstante, el verdadero reto de la marca será demostrar que estos errores iniciales forman parte de una curva de aprendizaje razonable y no de un problema estructural más profundo. El lanzamiento de nuevos modelos, como el previsto SUV YU7, pondrá a prueba la capacidad de Xiaomi para consolidarse como un fabricante fiable en el competitivo entorno de la movilidad eléctrica.