Aunque muchos expertos en motor sitúan Volvo un escalón por debajo como marca premium respecto a otras como Mercedes, BMW y Audi, lo cierto es que los modelos de la firma sueca no tienen nada que envidiar a los de los modelos de las marcas alemanas. Eso sí, en Volvo parece que han dejado muy claro que, en cuanto a un tema muy concreto, no están dispuestos a seguir los pasos ni de BMW ni de Mercedes.
Y es que no es que sea precisamente ningún secreto que tanto BMW como Mercedes han implantado un sistema de suscripción para desbloquear algunas de las características de sus modelos.
En el caso de Mercedes, al menos en Estados Unidos, para que algunos de sus modelos eléctricos cuenten con motores de máxima potencia, es necesario pagar un extra de más de 1.000 € al año. Por lo que respecta a BMW, la marca de Múnich ha optado por implantar un sistema de suscripción mensual a través de la cual, por unos 18 € al mes, se pueden tener asientos calefactables.
Una estrategia comercial que ha generado muchas críticas, sobre todo teniendo en cuenta que, a diferencia de lo que ocurre con otro tipo de marcas, tanto Mercedes como BMW están haciendo pagar a sus conductores por características o prestaciones que sus coches ya llevan instaladas de serie. Y eso es algo que en Volvo no están dispuestos a hacer.
Volvo no entrará en el juego de los cobros a través de suscripción
Así lo ha apuntado Björn Annwall, el máximo responsable de la marca, en una reciente entrevista a Bloomberg tras la inauguración del nuevo centro tecnológico de la marca en Estocolmo, donde el fabricante creará software para sus vehículos: “A las personas que han pagado 90.000 euros por uno de nuestros coches, no les pediremos que paguen más para calentar los asientos”.
Eso sí, hay que tener en cuenta que por mucho que Volvo no vaya a entrar en el juego de las suscripciones por características que llegan de serie en sus modelos, la marca sueca sí que ha apuntado que, en el caso de que se vaya a llevar a cabo una actualización de software del modelo y que esta permita nuevas funciones que impliquen un cambio importante en materia de seguridad en la conducción, sí que cobrarán por ellas. Annwall añade que, en materia de conducción autónoma, “no tener que sostener el volante sí es un cambio sustancial”, justificando su decisión.
Llama la atención, pero, que en Polestar, una marca que ahora pertenece a Volvo, sí que se cobre por un extra de potencia, aunque cabe destacar que, a diferencia de BMW o Mercedes, se trata de un único pago.