Volkswagen ha demostrado un año más que sabe muy bien cómo ser una de las marcas que dominan en el mercado español. Y es que los germanos han acabado en una más que meritoria cuarta plaza a nivel de ventas totales, con tan sólo Seat, Peugeot y Toyota por delante.

Una cuarta posición que, ojo, teniendo en cuenta que los alemanes puede presumir de ser una marca que se queda a medio camino entre una generalista y una premium, tiene aún mayor mérito. Sus modelos no luchan en cuanto a precio con modelos de marcas como Seat y compañía, pero cada vez son más los que optan por hacer ese esfuerzo extra y contar con ese plus de calidad que los alemanes imprimen a sus modelos.

Y buena parte de la culpa del éxito de Volkswagen llega por su amplio catálogo de modelos desplegado en nuestro país. En las listas de los 100 más vendidos podemos encontrar modelos de la marca como el Tiguan, el Golf, el Polo, el T-Cross o el T-Roc, sus cinco mejores armas en el mercado español.

Sin embargo, como ocurre también con el Golf, que ya sabe que está en peligro su corona como rey de Europa en cuanto a ventas, en Volkswagen es otro el modelo que está empezando a generar cierto nerviosismo en la marca: el Tiguan.

Las cifras de ventas del Tiguan encienden la alarma en Volkswagen, que sabe que tiene un problema que no es fácil de solucionar

No es que sea un secreto que tiempo atrás, antes de hecho de la llegada de los superventas T-Cross y T-Roc, el Tiguan era el SUV por excelencia en los concesionarios de Volkswagen. Ahora ya no lo es, y la diferencia con sus hermanos pequeños no es menor.

Mientras el Volkswagen T-Roc ha logrado acabado el año ni más ni menos que en la octava plaza de los más vendidos y el T-Cross ha acabado en la undécima posición, el Tiguan lo ha hecho en una discreta posición número 40. Ojo, no es un drama ni mucho menos, pero en la marca saben que no es un problema que tenga una solución sencilla.

Primero, porque el Tiguan ha recibido recientemente un lavado de cara con novedades tanto en el apartado mecánico como de equipamiento, por lo que la baza de una nueva imagen ya no está disponible y, segundo, porque el segmento de los SUV de tamaño medio está cayendo a favor del de los SUV de tamaño compacto, donde los T-Cross y T-Roc tienen mucho peso.

Las cifras de ventas de diciembre, con 363 matriculaciones, mejoran mucho a las de noviembre, con 170 ventas, y frenan la sangría. Sin embargo, en la marca alemana saben que este 2022 podría ser un año ‘peligroso’ para un modelo, el Tiguan, que en su día fue un referente pero que ahora está en la cuerda floja.