No es que sea precisamente ningún secreto que, si bien es cierto que todo apunta a que acabará sucediendo más tarde de lo que muchos esperaban, el coche eléctrico se va a convertir en el rey de las carreteras españolas y en Europa tarde o temprano. No es casualidad entonces que muchos fabricantes estén apostando, algunos aún mayor ritmo que otros, por este tipo de modelos, entre otras cosas porque saben muy bien que los motores de combustión clásicos van a acabar desapareciendo.

La entrada el juego del coche eléctrico ha provocado muchos cambios en la industria, un pequeño terremoto que, eso sí, no se está viviendo de la misma manera en todos los mercados. Un buen ejemplo de ello es lo que ocurre dentro del mercado europeo, un mercado en el que las marcas saben muy bien que cabe diferenciar entre diferentes tipos de países.

 

Así, mientras que los países del norte de Europa los eléctricos tienen ya mucho peso, en países como es el caso de España o Italia este tipo de modelos tienen una penetración mucho menor, algo que evidentemente preocupa a un buen número de fabricantes que ya han expresado sus dudas acerca de cómo se está realizando la gestión en este sentido.

Los cargadores son uno de los grandes problemas de los eléctricos en España

Uno de los principales problemas que tiene nuestro país en todo lo que gira la implantación de los coches eléctricos es la red de cargadores. Y es que ya se sabe que, especialmente en el caso de este tipo de modelos, disponer de una red de cargadores que funcione muy bien y que tengan numerosos puntos acaba ayudando a que cada vez sean más los conductores que pierdan el miedo a hacerse con el modelo de estas características.

 

Un problema que se ha hecho evidente viendo las conclusiones del Barómetro de Electromovilidad 2023 de ANFAC, la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones. En este estudio apuntan que durante el pasado 2023 en España se instalaron 11.173 nuevos puntos de recarga públicos, de tal forma que la cifra total es de 29.301. Pero el problema real en este caso es que, del total de puntos de carga instalados en España, ni más ni menos que 7.728 puntos de recarga están fuera de servicio, es decir, el 21 por ciento de la infraestructura de recarga en España no funciona.

Una situación que, sumada a muchos otros problemas, provoca que nuestro país sigue estando por debajo de la media europea es lo que se refiere a implantación del coche eléctrico y que hace evidente que, al menos de momento, nuestras carreteras no están preparadas para dar el salto definitivo.