Siendo como es uno de los gigantes de la industria del automóvil a nivel mundial, en Toyota tienen muy claro que precisamente la industria está pasando por uno de los momentos más delicados de su historia, entre otras cosas porque está viviendo un proceso de transición en el que se van a dejar atrás a los motores de combustión clásicos y se van a implantar nuevas opciones mecánicas, especialmente las 100 × 100 eléctricas.

Es por eso que el fabricante japonés ya ha anunciado un ambicioso plan de electrificación de buena parte de su gama de cara a los próximos años, un plan que no hace otra cosa que hacer evidente que en Toyota se están tomando muy en serio los eléctricos, aunque han sabido esperar muchos más años que buena parte de su competencia para, seguramente, acabará ofreciendo opciones más interesantes a ver cómo hicieron su día con los motores híbridos, su gran argumento de venta hoy en día.

Toyota quiere seguir dando vida a los coches de combustión

Pero que en el fabricante de Japón estén convencidos de que el futuro pasa por los eléctricos no significa que estén convencidos también de que la convivencia entre los eléctricos y los coches de combustión va a ser mucho más duradera de lo que muchos pronostican.

 

Es por eso que, más allá de que estén trabajando en sus futuros coches eléctricos, en Toyota están empezando desarrollar una serie de iniciativas para seguir alargando la vida de los motores de combustión clásicos, ya sean de gasolina o diésel. Es más, en la marca ya han dejado muy claro que, mientras las diferentes autoridades se lo permitan, van a seguir vendiendo motores de combustión, entre otras cosas porque saben muy bien que siguen siendo los motores más populares en la inmensa mayoría de mercados a nivel mundial.

La idea, que no es precisamente sencilla de llevar a cabo, que tiene en Toyota es la de trabajar en una tecnología que permita que un coche no tan solo no emita sustancias contaminantes sino que, a través de un sistema de catalizadores, las emisiones que emita sean inferiores a las captadas y, por lo tanto, el balance al final sería neutro.

De momento se trata tan solo de una idea, una hipótesis que tiene encima de la mesa en Toyota, pero teniendo en cuenta que la marca japonesa ya calló muchas bocas hace ya muchos años con sus híbridos, podría volver a hacerlo dentro de unos pocos años con esta tecnología.