El Toyota RAV4 2026 ya es oficial, y su llegada viene acompañada de una fuerte subida de precio respecto al modelo anterior. A primera vista, este incremento puede parecer polémico, pero se apoya en una renovación profunda que afecta a todos los aspectos del modelo: desde el diseño hasta la mecánica, pasando por la tecnología embarcada y la eficiencia energética. El nuevo RAV4 no solo es más caro, también es sustancialmente más avanzado y completo.
Estéticamente, la sexta generación mantiene la silueta reconocible del SUV, pero incorpora líneas más marcadas, ópticas LED rediseñadas y una parrilla que refuerza su presencia. El interior da un salto de calidad notable, con un sistema multimedia completamente nuevo basado en Arene OS, que se apoya en dos pantallas de generoso tamaño: un cuadro digital de 12,3 pulgadas y una pantalla central de hasta 12,9 pulgadas. También mejora en conectividad, ergonomía y acabados, lo que contribuye a una experiencia más refinada.
En materia de seguridad y asistencia a la conducción, el RAV4 2026 incorpora la última evolución del paquete Toyota Safety Sense, con funciones mejoradas como el frenado automático de emergencia, la asistencia activa de cambio de carril y el control de crucero adaptativo. Todo ello eleva la sensación de seguridad y automatización a bordo, manteniendo al SUV como una de las referencias del segmento en este apartado.
Un paso adelante en eficiencia y potencia
La oferta mecánica también se ha renovado en profundidad. El nuevo RAV4 estará disponible con versiones híbridas (HEV) y enchufables (PHEV), que entregan entre 183 y 304 CV según configuración. Las variantes HEV mantienen una arquitectura de tracción delantera o total, mientras que los PHEV incorporan un sistema de tracción integral eléctrica más avanzado. En este sentido, se ha mejorado el rendimiento sin penalizar el consumo, gracias a una calibración más eficiente y un mayor aprovechamiento del sistema eléctrico.
Llama especialmente la atención la mejora en los tiempos de carga para las versiones enchufables, que ahora admiten hasta 50 kW en corriente continua. Esto permite recuperar del 10 al 80 % de la batería en solo 30 minutos, un avance notable respecto a la generación anterior. Además, la autonomía eléctrica alcanza los 100 km en ciclo WLTP, reforzando su papel como alternativa real para trayectos diarios sin emisiones.
El salto tecnológico se traduce en un precio de partida que podría rondar los 45.000 euros, frente a los aproximadamente 41.500 del modelo saliente. Cabe destacar que esta diferencia responde a una mejora clara en todos los apartados clave: diseño, tecnología, seguridad, eficiencia y dinamismo. Por otro lado, el nuevo RAV4 sigue siendo una de las propuestas más equilibradas de su categoría, tanto por sus prestaciones como por su fiabilidad reconocida.
Con esta evolución, Toyota mantiene su apuesta por la electrificación sin renunciar a su posicionamiento estratégico dentro del segmento SUV, donde el RAV4 sigue siendo una de las opciones más completas y competitivas del mercado.