El regreso del Toyota Célica se confirma como una realidad tangible, sustentada en detalles revelados directamente por la propia marca. No es ningún secreto que Toyota ha registrado oficialmente el nombre Célica y, desde finales de 2024, confirmó su desarrollo por parte de Gazoo Racing, la división deportiva de la compañía. En este sentido, la marca nipona pretende resucitar un icono adaptado a los tiempos, sin perder la esencia que lo catapultó al estrellato décadas atrás.

Las informaciones más recientes apuntan a que el nuevo Célica, previsto para llegar al mercado en abril de 2028, incorporará un motor térmico de 2.0 litros turboalimentado con cuatro cilindros, capaz de generar aproximadamente 400 CV. Llama especialmente la atención que esta potencia se asociará a un sistema de tracción total, una configuración que subraya el carácter deportivo y orientado a la eficiencia dinámica del modelo. Además, se anuncia la disponibilidad tanto de una transmisión manual, para el espíritu más purista, como de una versión automática.

El desarrollo del modelo se encuentra en fase de pruebas bajo el nombre en clave “710D” y sigue una arquitectura técnica que prioriza el dinamismo. La disposición mecánica tipo “motor central” permitirá una mejor distribución de pesos, y se ha trabajado especialmente en el diseño de los pilares A para mejorar la visibilidad y el control desde el habitáculo. Estos elementos refuerzan una filosofía clara: máxima precisión en el comportamiento, con un enfoque orientado a la conducción deportiva.

Por otro lado, el nuevo Célica no adoptará electrificación, lo que confirma su orientación purista. En un contexto marcado por la transición hacia lo eléctrico, Toyota opta en este caso por mantener una propuesta clásica, centrada en las sensaciones directas al volante. Esta decisión está alineada con el enfoque de la gama GR, que prioriza la conexión mecánica entre coche y conductor.

Ligereza y técnica al servicio del dinamismo

Lo destacable en este caso es que Toyota ha puesto el foco en la reducción de peso como uno de los pilares del nuevo Célica. El objetivo es situar la báscula por debajo de los 1 300 kg, un dato especialmente relevante si se considera la elevada potencia prevista. Para lograrlo, se emplearán materiales ligeros como la fibra de carbono, que se integrará en elementos clave de la carrocería como el capó y el techo.

Esta estrategia no solo busca reducir el peso, sino también reforzar la rigidez estructural, clave en un deportivo de estas características. El empleo de soluciones técnicas inspiradas en la competición contribuye a elevar el nivel de prestaciones sin recurrir a sistemas híbridos o eléctricos. Con ello, el Célica se desmarca de las tendencias generalizadas del mercado y refuerza su identidad como coupé ligero de tracción total.

Además, el propulsor se basará en la nueva familia de motores G-series, desarrollada en colaboración con otros fabricantes japoneses, lo que ha permitido una plataforma modular con elevadas prestaciones térmicas y un rendimiento optimizado. Esta base mecánica aportará eficiencia y fiabilidad a un conjunto que, sobre el papel, busca rivalizar con algunos de los deportivos compactos más refinados del momento.

Cabe destacar que Toyota tiene previsto presentar un prototipo del nuevo Célica en el Japan Mobility Show de 2027, como paso previo a su comercialización. Con ello, la marca pretende consolidar el renacimiento de uno de sus modelos más icónicos, adaptado a las exigencias del siglo XXI pero sin renunciar a la deportividad clásica que siempre lo caracterizó. El proyecto avanza con una visión clara: ofrecer un coche purista, ligero y de alto rendimiento.