El Nissan Qashqai híbrido reafirma su posicionamiento como una de las alternativas más equilibradas en el segmento de los SUV compactos. Con una reputación bien consolidada en cuanto a fiabilidad mecánica, esta nueva entrega introduce versiones electrificadas que no solo mejoran el rendimiento y la eficiencia, sino que también refuerzan su atractivo frente a rivales como el Toyota RAV4, especialmente por su relación calidad-precio.

La gama se articula en torno a dos variantes mecánicas: una mild-hybrid con motor de gasolina 1.3 turboalimentado y otra dotada del sistema e-Power, exclusivo de Nissan. En la versión e-Power, el motor térmico de 1.5 litros actúa únicamente como generador, mientras que la propulsión es íntegramente eléctrica gracias a un motor de 190 CV y 330 Nm de par. Esta configuración permite una respuesta lineal y silenciosa, característica de un coche eléctrico, sin necesidad de recarga externa.

Por otro lado, el sistema mild-hybrid está disponible con potencias de 140 y 158 CV, asociadas a tracción delantera y con posibilidad de cambio manual o automático Xtronic. Esta opción ofrece un equilibrio adecuado entre eficiencia y prestaciones, con consumos contenidos y un comportamiento suave tanto en ciudad como en carretera. En ambos casos, el Qashqai mantiene sus virtudes prácticas y su solidez estructural, sin renunciar a un confort de marcha notable.

 

Llama especialmente la atención la estrategia de Nissan al mantener un planteamiento competitivo en precios. La versión mild-hybrid parte desde 25.900 euros en acabado Acenta, ya con un equipamiento base que incluye instrumentación digital de 12,3 pulgadas, climatizador bizona y conectividad inalámbrica para Apple CarPlay y Android Auto. En este sentido, el Qashqai ofrece una dotación tecnológica avanzada sin necesidad de escalar a versiones superiores.

Tecnología, diseño y eficiencia sin renunciar al precio

En el caso del Qashqai e-Power, el precio asciende hasta más de 35.000 euros debido a la tecnología incorporada, pero se mantiene por debajo de muchos de sus competidores directos. Este sistema híbrido en serie permite disfrutar de una conducción plenamente eléctrica en entornos urbanos sin preocuparse por la autonomía o los tiempos de carga, lo que lo convierte en una solución práctica y eficiente.

 

A nivel estético, el Qashqai recibe una actualización con una nueva parrilla frontal de diseño tridimensional, grupos ópticos LED más estrechos y detalles inspirados en la cultura japonesa. La versión N-Design incluye además elementos distintivos como llantas de 20 pulgadas, techo panorámico y faros adaptativos, junto con un sistema multimedia con pantalla central de 12,3 pulgadas y navegación integrada con software de Google.

Cabe destacar que, más allá de la tecnología y el diseño, el Qashqai mantiene uno de sus principales valores diferenciales: una mecánica sólida, reconocida por su durabilidad, y un comportamiento equilibrado que lo convierte en un SUV versátil tanto para el día a día como para viajes largos. Su competitividad en precio refuerza su posición frente a propuestas de gama similar con tarifas más elevadas, consolidando su papel como uno de los modelos más completos en su categoría.