El Volkswagen Golf es uno de esos modelos que no es que necesite precisamente mucha presentación. Un modelo que durante años, décadas, ha sido la autentica referencia en el mercado europeo, encadenando de forma habitual victorias y primeras posiciones en el ranking anual de modelo más vendido en Europa.
Sin embargo, en los últimos años el Golf ha perdido mucho peso. Las razones para este bajón de ventas de uno de los iconos de la marca alemana son varias, entre ellas el hecho de que el segmento de los compactos ha sido uno de los que más se ha visto afectado por el auge de los SUV (el T-Roc es un modelo ya hoy en día más vendido que el Golf en Europa), así cómo también el hecho de que Volkswagen no ha optado por hacer de su compacto una opción con mecánicas híbridas auto recargables, una opción que, viendo el éxito del Toyota Corolla, sí que interesa mucho en España.
A todo ello se le debe sumar el hecho también de que, con el aumento generalizado de precios de la industria, hoy en día el Golf más sencillo de todos es un modelo que supera los 30.000 euros, es decir, tiene un precio similar al que tiene modelos como el Kia Sportage o el Hyundai Tucson, opciones más familiares y más completas en muchas cosas.
El Mercedes Clase A sigue siendo un éxito, aunque está más que sentenciado
Lo curioso en este caso es que en nuestro país las ventas del Golf están siendo tan bajas que incluso un modelo premium como es el Mercedes Clase A ya lo supera en ventas, y no por poco.
Mientras que el Golf ocupa la posición 59 en nuestro país, una posición impensable hace algunos años, y acumula poco más de 4.300 ventas, el Clase A, un compacto premium y por lo tanto más caro que el Volkswagen, acumula más de 5.400 ventas y ocupa la posición 50, evidenciando que, aunque los compactos (al margen del Toyota) no estén de moda, hay quien prefiere pagar más y hacerse con un modelo premium antes que con un Golf que está viviendo uno de sus peores momentos a nivel de ventas en nuestro país.
Eso sí, cabe destacar que el Clase A es uno de los Mercedes que está sentenciado de cara al futuro, un modelo que la marca se cargará tarde o temprano dado que es uno de los modelos que, aunque se venda bien a nivel de cifras, no aporta grandes beneficios en general a los alemanes.