Seat sabe muy bien que la mejor carta que puede jugar hoy en día en nuestro mercado es la de los SUV. De hecho, el fabricante español puede presumir de tener en su Seat Arona el modelo más vendido de toda España en el pasado 2021. Eso sí, el bestial éxito que ha tenido el SUV más compacto de la marca no se corresponde por igual al del resto de sus hermanos de carrocería.

Si bien el Ateca ha acabado en una más que digna decimonovena plaza en la general del año, mientras que el Tarraco, ojo, no ha entrado ni en la lista de los top 100 de modelos más vendidos en el pasado mes de diciembre.

Un Tarraco que no tiene un papel nada sencillo. Entre otras cosas porque compite en un mercado, el de los SUV de gran tamaño, que no tienen ni de lejos la misma salida que tiene el de los SUV de tamaño medio ni mucho menos aún el de los SUV de tamaño compacto.

Por otro lado, cabe destacar que, además, el segmento de los SUV de 7 plazas suele estar cubierto y dominado por modelos premium y no tanto por los generalistas, que no tienen mucho peso.

En este sentido, una marca rival de Seat acaba de lanzar una actualización de un SUV que, quedándose por tamaño a medio camino entre el Ateca y el Tarraco, les está robando ventas al los dos modelos españoles, especialmente al SUV más dotado de Seat.

El Citroën C5 Aircross se actualiza para seguir dando guerra en un mercado en el que tiene cada vez más peso

No es otro que el Citroën C5 Aircross, un SUV de tamaño medio tirando a grande que puede presumir de haber acabado el año en una más que interesante posición número 51 y que es, para muchos, una buena alternativa al Tarraco siempre y cuando no busquemos sí o sí un SUV de 7 plazas.

Citroën ha lanzado ya la actualización de este SUV, al que han dotado de una nueva imagen más acorde con el lenguaje actual de diseño de la marca y han mejorado en cuanto a equipamiento, con nuevos sistemas de infoentretenimiento y, además, manteniendo la versión híbrida enchufable que puede presumir de ser de las más interesantes de la gama.

Es cierto que el diseño de este modelo se sale un poco de la norma habitual, como es por otro lado algo común en los Citroën, y que muchos no lo ven con buenos ojos. Otros, sin embargo, prefieren apostar por él precisamente por ese espíritu quizás más rebelde que desprenden sus líneas y por una excelente relación entre sus calidad y su precio. Y más ahora que lo han mejorado.