A pesar de que los fabricantes de automóviles insisten en que debemos realizar las revisiones pertinentes siempre que toque a nuestros vehículos, son muchos usuarios los que no acuden al taller hasta que notan algo extraño en el funcionamiento del vehículo. Y es que las revisiones no suelen ser económicas. No obstante, la factura nos puede salir bastante más cara si no hacemos caso a los expertos. Porque por muy bien que nos parezca que funciona nuestro coche, hay detalles que no se perciben fácilmente ni se ven a simple vista, como puede ser el desgaste del neumático.
Uno de los problemas más comunes en los motores diésel es la acumulación de carbonilla. Esto son los residuos sólidos que se acumulan a causa de la combustión del combustible. Residuos que van acumulándose con cada combustión y que pueden degenerar en problemas serios en el motor, ya que la carbonilla se acumula en los cilindros y pueden influir en su funcionamiento, generando problemas como un mayor consumo o pérdidas de fuerza.
La carbonilla acumulada puede dañar el motor
Para evitar cualquier problema, lo mejor es acudir al mecánico de turno. Ellos tienen mecanismos y productos específicos para eliminar la carbonilla. No obstante, también existen productos en el mercado para que nosotros mismos realicemos la tarea. En todo caso es imprescindible comprobar que los productos que usamos son aptos para nuestro vehículo así como comprobar los procesos para evitar cualquier daño en el motor.

Para saber si tenemos un exceso de carbonilla podemos observar varios factores muy reveladores. Estos son exceso de humo negro en el tubo de escape, fallos al encender el coche, tirones o vibraciones en la marcha, pérdidas de potencia o aumento en el consumo de combustible.
Recursos para reducir el exceso de carbonilla
No obstante, existen algunos trucos para mantener a raya la carbonilla y retrasar al máximo el proceso de limpieza. Por ejemplo, revolucionar el coche en carretera y con cierto nivel de temperatura en el motor entre las 1.800 y las 2.500 revoluciones durante dos o tres minutos. También conviene no circular siempre por ciudad y salir de vez en cuando a autovías donde poder coger mayor velocidad y mayores revoluciones.
Otro truco consiste en usar una marcha inferior a la que toca. Mientras que será imprescindible usar combustibles de mayor calidad. Es decir, evitar las gasolineras low cost donde el combustible no está tan refinado.
En todo caso, este problema suele darse con asiduidad en los modelos diésel, pero no hay que olvidar que en los gasolina, aunque en menor medida, también ocurre.