Es de sobras conocido que Tesla no es tan sólo una de las marcas que más está apostando por los modelos eléctricos, sino también por ser una de las marcas que más está poniendo el foco en todo lo que sean ayudas a la conducción y a la seguridad en materia de tecnología.
Eso sí, en muchos casos algunos de sus sistemas no es que cumplan precisamente con las leyes establecidas. Un buen ejemplo de ello es su famosos sistema Rolling Stop, un sistema por el cual, cuando los Tesla están en modo Auto Pilot (conducción autónoma), no se detienen del todo en un STOP, sino que circulan a velocidad muy baja ara luego recuperar velocidades mayores.
Una, en teoría, ayuda a la conducción que, si bien es cierto que no ha derivado en accidentes, la agencia americana de seguridad vial, la NHTSA, ha obligado a retirar de sus software. Pero ojo porque no es el único ‘pero’ que ha encontrado esta agencia en algunos de los modelos de la marca de Elon Musk.
La NHTSA obliga a Tesla a eliminar su función BoomBox
No es que sea un secreto que los coches eléctricos son muy silenciosos, especialmente cuando circulan a velocidades muy bajas. En este sentido, al no hacer casi ruido, el riesgo de atropello es mayor ya que los peatones no oyen cuando un coche eléctrico se acerca.
Es por eso que se han creado sistemas como el Pedestrian Warning System, o PWS, sistema de advertencia a peatones, un sistema que emite un sonido para que los peatones puedan oír a los coches eléctricos.
Pero en Tesla han llevado este sistema un paso más allá y han optado por el BoomBox un sistema que aumenta el número de altavoces exteriores y que permite reproducir diferents sonidos así cómo música mientras el modelo está parado o en movimiento.
Un sistema que la NHTSA no considera apropiado, de ahí que haya hecho llamar a revisión a más de medio millón de Tesla Model X, el modelo que sí que cuenta con él, para eliminarlo de su software. Así, como ocurrió con el conflicto del Rolling Stop, Tesla no ha puesto ningún problema. De hecho, ya ha avisado que lo eliminará a través de una actualización remota.