Son muchos los factores los que afectan directamente al precio de los combustibles fósiles. Y uno de ellos es el aumento de la demanda. Algo que ocurre normalmente en los meses de verano, en los que se producen más desplazamientos. Sobre todo en esas fechas clave bautizadas como ‘Operación Salida’. Por ejemplo, el pasado fin de semana. Mucha gente ha aprovechado el puente de este 15 de agosto para alargar sus vacaciones, tanto por delante como por detrás. Sin embargo, no esperes que este año la situación se vaya a estabilizar cuando terminen estos días.

Como decíamos, el aumento de la demanda es uno de los factores que más interviene en la subida de los precios de la gasolina y el diésel. Pero hay más. Por ejemplo, las restricciones en la extracción de crudo promovidas por la OPEP+ con el objetivo de “apoyar la estabilidad y el equilibrio de los mercados petroleros”. Ello produce mayor escasez, lo que influye en aumentar la demanda y, por tanto, los precios  del barril de petróleo. Actualmente se sitúa en unos 85 dólares y se espera que suba en los próximos días.

gasolinera europa press
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Se esperan nuevos repuntes importantes en el precio de la gasolina y el diésel

Asimismo, Arabia Saudí también ha limitado la extracción de petróleo. Y en más de una ocasión. Una de las medidas durará hasta 2024, mientras que la otra, por el momento, está previsto que acabe en septiembre. Aunque en ambos casos son medidas prorrogables, lo que puede alargar la situación en el tiempo.

Por otro lado, las olas de calor también afectan a la subida de precios. Las refinerías necesitan más recursos para funcionar, lo que encarece el proceso de refinamiento y también el precio final del combustible.

Podríamos pensar que cuando descienda la demanda, es decir,  después de este puente, el precio deje de subir a la misma velocidad. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Hay una nueva fecha clave, la ‘Operación retorno’. Habrá más de una desde ahora hasta finales de agosto y la cosa irá a peor. Los expertos prevén que para entonces se produzcan nuevos repuntes. Y aunque de cara a septiembre las subidas podrían no ser tan salvajes, no se espera que lleguen a su punto máximo hasta finales de año. No será hasta entonces cuando podríamos empezar a ver bajar el coste por litro.