A simple vista parece que pasarse a lo movilidad eléctrica es solo cuestión de comprar un coche eléctrico, cargarlo en cualquier punto de carga público y empezar a circular. Sin embargo, existen muchos detalles relacionados con tener un coche eléctrico que no se conocen profundamente hasta que se tiene uno. Por ejemplo, si la potencia eléctrica contratada en casa es suficiente para disfrutar de la movilidad eléctrica.

Quien tiene un coche eléctrico descubre rápidamente que lo mejor es tener la posibilidad de instalar un cargador en casa, si es que existe la posibilidad de aparcarlo dentro. Y en este caso, elegir la potencia ideal es clave para que la experiencia de tener un coche eléctrico sea satisfactoria. Para saber qué potencia debemos contratar, conviene conocer algunos detalles que variarán en función de la capacidad de carga del vehículo y de si necesitamos cargar el coche más rápidamente.

Debemos tener clara la capacidad del coche y el tiempo de carga que nos podemos permitir

Lo primero a tener en cuenta es la capacidad de carga del coche. Se mide en kilovatios (kW). Y lo habitual es que vayan desde los 3 hasta los 11 kW. Aunque existen modelos con más capacidad de  carga.

Cargador coche eléctrico
Cargador coche eléctrico

También influirá en nuestra elección la velocidad de carga que queremos. La diferencia de tiempo en función de la potencia eléctrica es notable.

No es baladí tener en cuenta la instalación eléctrica que tenemos en casa y los electrodomésticos que conectamos a diario. Estos últimos también necesitarán potencia y, si añadimos la carga de un coche eléctrico, es posible que tengamos que modificar la instalación.

Un coche eléctrico necesita al menos 3,6 kW, pero lo recomendado son los de 7,4 kW de potencia

Llegados a este punto, un coche eléctrico necesita al menos 2,3 kW de potencia para cargar correctamente. Aunque los expertos recomiendan al menos 3,6 kW. Y para conseguir tiempos de carga cortos necesitaremos 7,4 kW. Para que te hagas una idea, cargar una batería de 35 kWh de capacidad requiere unas 10 horas con una potencia de 3,6 kW, que reduciremos a menos de la mitad con un cargador de 7,4 kW de potencia. Estos son compatibles con modelos eléctricos y con híbridos enchufables. Asimismo, recargar un coche con una batería de 80 kWh tarda más de 10 horas en cargarse con una potencia de 7,4 kW. En caso de querer más velocidad, tendríamos que recurrir a un cargador trifásico, que permite cargas de 22 kW de potencia.

Dicho esto, la media de potencia contratada en España está entre 3,5 y 4,5 kW, así que revisa tu instalación porque es muy probable que tengas que retocar alguna cosa, aunque solo sea en el contrato.

En cualquier caso, siempre debes tener en cuenta el resto de energía que necesitas para el hogar. Ya sabes, si te pasas saltarán los plomos. En este caso, es posible que te interese un cargador inteligente, capaz de modular la potencia para mantener la necesaria en los electrodomésticos. Aunque si el hogar requiere demasiada, los tiempos de carga se alargarán.