Existen varios factores que influyen en las subidas y bajadas de precio de la gasolina y el diesel. Uno de ellos se debe a las medidas de la OPEP+ con el objetivo de apoyar la estabilidad y el equilibrio de los mercados petroleros. que ha aplicado la reducción de la extracción de crudo. Esta medida fue anunciada en noviembre del año pasado y debía ponerse en marcha en mayo de este año, pero finalmente no fue hasta recientemente cuando el plan se puso en marcha.

Una reducción en la producción a la que se sumará Arabia Saudí en el próximo mes de septiembre. La producción de crudo se situará en 9 millones de barriles al día. "El Reino de Arabia Saudí extenderá un mes más el recorte voluntario de un millón de barriles diarios, que ha entrado en vigor en julio, para incluir el mes de septiembre prorrogable o profundizable", publicó a agencia oficial Saudi Press Agency, de acuerdo con una las revelaciones de una fuente oficial del Ministerio de Energía del país.

Más recortes en la producción de crudo que aumentarán el precio del combustible

Un recorte que se suma al otro recorte anunciado el pasado mes de abril y que durará hasta diciembre de 2024. Como decíamos y aunque parezca que todo ello responda a una estrategia para invertir menos recursos y obtener mayores beneficios (menos reservas implican más demanda y mayores precios), estos recortes se deben a la búsqueda de la estabilidad y el equilibrio de los mercados petroleros.

gasolinera europa press
gasolinera europa press

Un panorama que, inevitablemente, repercutirá en una subida constante de los precios de los carburantes en las próximas semanas. Según Antonio Aceituno, director general de Tempos Energía, esta subida podría durar hasta finales de este año. Pero está por ver si las medidas mencionadas no siguen teniendo graves consecuencias que afectan al bolsillo del consumidor. Cabe recordar que la subida de los precios de los carburantes influyen directamente en el transporte y, por tanto, en el precio final de los productos de consumo, tanto en los de primera necesidad como en el resto.

El gasto en combustible iguala los coches tradicionales con los eléctricos

Asimismo, este aumento de los precios del carburante hacen que el coste entre un coche de combustión y uno eléctrico (compra más mantenimiento) se vaya igualando paulatinamente. Y es que a la larga, lo que nos hayamos ahorrado en la compra de un coche de combustión respecto a uno eléctrico, nos lo gastaremos en el combustible.

Un fenómeno que no deja de ser un problema para el consumidor final se mire por donde se mire. Porque a este ritmo, los fabricantes podrán permitirse el lujo de no bajar el precio de los coches eléctricos. Se complica el panorama en el sector del motor para los conductores.