Fue hace ya casi 10 años, en 2014, cuando Porsche puso a la venta el segundo SUV de su historia. Tras los buenos resultados de ventas que había tenido el Cayenne, la marca de lujo alemana decidió apostar por un segmento inferior, y dar vida así aún Macan que se ha convertido ni más ni menos que en el Porsche más vendidos en Europa.
Con los mismos ingredientes que la inmensa mayoría de modelos de la marca alemana, es decir, un diseño muy atractivo, motores muy potentes, lo último en tecnología y la mejor calidad del mercado, este modelo se ha convertido en toda una referencia entre aquellos que, eso sí, no es que tengan un presupuesto precisamente ajustado.
La marca alemana decidió ponerlo al día con varias actualizaciones de mitad de ciclo, una en 2019 y una en 2021, a la espera de que llegara la nueva generación. Una nueva generación que llegará el próximo 2024, y lo hará con importantes cambios. Y es que por primera vez este modelo contará con una versión 100 × 100 eléctrica que, además, se fabricará usando otra plataforma.
La normativa europea que se carga al Porsche Macan
En este sentido, por mucho que la marca germana sea muy consciente de que los eléctricos son el futuro, en Porsche tenían un plan muy claro con esta segunda generación del Macan, que pasaba por lanzar una versión eléctrica pero seguir vendiendo también versiones de combustión.
Sin embargo, tal y como han confirmado los responsables del fabricante, las versiones de combustión no llegarán al mercado, al menos no al mercado europeo. Y es que una normativa de la UE va a impedir que se pongan a la venta.
En este caso no se trata de una normativa relacionada con la contaminación del propio vehículo, sino con las normas de ciberseguridad de la Unión Europea que entrarán en vigor el próximo 1 de julio de 2024. Una normativa que tiene como principal objetivo proteger las modernas arquitecturas electrónicas de los coches actuales y así poder posibles ataques piratas.
Problema en el caso de por sí es que este modelo no va a poder cumplir con esta nueva normativa, entre otras cosas porque poder adaptarlo para que la cumpla implicaría un sobrecoste mayúsculo a la hora de fabricarlo y, además, en el caso de que pues decidiera venderlo sin que cumpliera, se enfrentaría a una multa de 3000 € por cada vehículo vendido sin que ha comprado normativa, algo que evidentemente provoca que vayan a dejar de contar con el Macan.