El futuro del Nissan X-Trail se bifurca en dos líneas bien diferenciadas: una destinada exclusivamente a la versión eléctrica con un diseño propio e innovador, y otra que recurrirá a una estética compartida con el Mitsubishi Outlander para las variantes de combustión e híbridas. Este planteamiento, fruto de la colaboración dentro de la alianza Renault-Mitsubishi-Nissan, supone un giro estratégico significativo en la manera de presentar y posicionar el modelo dentro del segmento SUV.
El nuevo X-Trail eléctrico adoptará una imagen completamente renovada que marcará un antes y un después en la gama. Con líneas más limpias, un frontal reinterpretado y una firma luminosa distintiva, esta versión apostará por una identidad visual más sofisticada y moderna. Se trata de una evolución que busca reflejar la transformación tecnológica hacia los vehículos de cero emisiones, con una propuesta de diseño que lo distancia claramente de su predecesor y del resto de versiones con motor térmico.
Por otro lado, las versiones de combustión interna, incluida la tecnología híbrida e-Power, no seguirán esta senda estética. En su lugar, adoptarán una carrocería basada en el Mitsubishi Outlander, replicando parte de su lenguaje de diseño exterior. Este movimiento responde a una estrategia de sinergia industrial que permite reducir costes de desarrollo y producción mediante la utilización de plataformas y componentes comunes entre ambas marcas.
Diseño exclusivo solo para el X-Trail eléctrico
Lo destacable en este caso es que el diseño más atractivo y moderno quedará reservado exclusivamente para el X-Trail eléctrico. Esta decisión introduce una división clara dentro de la gama, donde la diferenciación estética no estará determinada por el nivel de acabado, sino por el tipo de propulsión. En consecuencia, quienes opten por un modelo con motor de combustión o híbrido recibirán un vehículo con una imagen menos actualizada, heredada de otro fabricante.
Cabe destacar que esta estrategia podría condicionar la percepción del modelo entre los usuarios, al asociarse la innovación estética con la electrificación. Mientras el X-Trail eléctrico se posicionará como una alternativa visualmente más avanzada y con una identidad propia, las variantes térmicas tenderán a ofrecer un diseño más convencional, alineado con las líneas maestras del Outlander.
Esta fragmentación dentro de la gama introduce un nuevo factor de elección más allá de las prestaciones o la eficiencia: el diseño. A partir de 2026, solo quienes opten por la electrificación completa podrán acceder a la versión del X-Trail con un diseño de nueva generación. El resto de la oferta quedará vinculada a una imagen compartida, lo que podría limitar su atractivo frente a competidores con una estética unificada en todas sus variantes motrices.
En definitiva, Nissan plantea una dualidad dentro del mismo modelo que podría tener implicaciones importantes a nivel comercial. El X-Trail eléctrico representará la vanguardia estética y tecnológica del modelo, mientras que las versiones de combustión asumirán un rol más conservador, tanto en imagen como en planteamiento técnico.