La tercera generación del Nissan Leaf marca un giro total en la trayectoria del modelo, abandonando el formato de compacto para transformarse en un SUV coupé. Este cambio de concepto responde tanto a razones estilísticas como técnicas, alineándose con las tendencias del mercado eléctrico actual, donde los SUV de silueta estilizada ganan protagonismo. El nuevo Leaf no solo se eleva en altura y presencia, sino que adopta una línea de techo descendente que refuerza su carácter deportivo y mejora notablemente su rendimiento aerodinámico.
La transición a este nuevo formato ha permitido a Nissan redefinir por completo la eficiencia del modelo. El diseño exterior ha sido optimizado hasta el más mínimo detalle con un objetivo claro: reducir la resistencia al aire. Gracias a esta evolución formal, el Leaf 2026 alcanza un coeficiente aerodinámico de 0,25, convirtiéndose en el modelo más eficiente de la marca en este aspecto. Se han integrado soluciones como manillas enrasadas, llantas específicas, fondo plano carenado y una parrilla con persiana activa que regula el flujo de aire según las condiciones de marcha.
El resultado no solo es visualmente más dinámico, sino también más efectivo. Esta mejora aerodinámica se traduce en un incremento de la autonomía disponible sin necesidad de aumentar la capacidad de las baterías. En este sentido, el nuevo Leaf está diseñado para ofrecer un equilibrio entre estética, eficiencia energética y funcionalidad, sin comprometer el espacio interior ni la versatilidad de uso diario.
Diseño coupé al servicio de la eficiencia eléctrica
Llama especialmente la atención que el nuevo Leaf no recurre a una estética coupé por motivos meramente comerciales, sino como una herramienta activa para maximizar su rendimiento como vehículo eléctrico. La aerodinámica cobra protagonismo como elemento estructural del modelo. El techo panorámico de tipo e-Dimming, que reduce levemente la altura total sin afectar la habitabilidad, refuerza este enfoque, optimizando el paso del aire y mejorando también el aislamiento térmico.
Lo destacable en este caso es el salto cualitativo que supone esta nueva generación respecto a su predecesora. Con un diseño más afilado, menor resistencia aerodinámica y mejoras en la gestión energética, el Leaf 2026 puede alcanzar autonomías reales estimadas entre los 300 y 500 kilómetros, según configuración. Además, su eficiencia en autopista mejora notablemente, al reducir la carga aerodinámica en fases de crucero y aumentar la estabilidad en velocidad sostenida.
Con esta transformación, Nissan no solo reactiva un modelo emblemático, sino que lo reposiciona en un entorno más competitivo, adaptado a las exigencias actuales de los vehículos eléctricos. El nuevo Leaf no se limita a seguir la tendencia SUV, sino que la utiliza como plataforma para llevar la eficiencia a un nivel superior. Una evolución inesperada, pero completamente coherente con la filosofía original del modelo: avanzar en movilidad eléctrica realista, práctica y técnicamente solvente.