Mitsubishi es uno de esos fabricantes que, por mucho que lleve muchos años presente en las carreteras españolas y europeas, nunca podido presumir de tener una enorme cuota de mercado. Y eso es algo que evidentemente la marca japonesa quiere cambiar.

Para ello, más allá de contar con sus propios modelos y sus propios proyectos, los de Japón han decidido elevar a la máxima potencia los beneficios que tiene estar asociado con Renault, uno de los fabricantes europeos más asentados en España y en las carreteras del viejo continente.

No es que sea ningún secreto que Mitsubishi forma junto a Nissan y a Renault la llamada Alianza, una alianza de tres marcas en las que el hecho de compartir tecnología les ayuda a reducir costes de fabricación así como a poder poner productos en el mercado con mejor tecnología y a un precio menor.

 

Eso sí, que las tres marcas comparten tecnología no significa que sus modelos sean idénticos, o al menos en la mayoría de los casos. Cada una de ellas intenta tener su propia cuota de mercado a través de sus distintos lenguajes de diseño.

Sin embargo, de vez en cuando una de ellas se desmarca del resto, y ahora ha sido Mitsubishi la que, como ha hecho recientemente con su nuevo a ASX, que no deja de ser una copia literal del Renault Captur, ha optado por hacer lo mismo con su nuevo Colt, que no deja de ser un Clio con el logo de Mitsubishi en el frontal.

El Mitsubishi Colt, un Clio a la japonesa

Tan solo hace falta ver rápidamente una primera imagen de este nuevo Mitsubishi Colt 2024 para darse cuenta de que no deja de ser una copia literal de la versión del Renault Clio justo antes de que el utilitario francés se actualizará como lo ha hecho recientemente.

 

La estrategia de la marca japonesa en este sentido puede parecer arriesgada ya que, como se ha comprobado en algunos casos en los que algunas marcas han realizado una operación similar, la inmensa mayoría de los conductores prefieren ir al modelo original antes que a la copia.

Sin embargo, en este caso la marca japonesa ha optado por dos diferencias claras con su Colt respecto al Clio. La primera de ellas es que el Mitsubishi no cuenta en ningún caso con una versión diésel como sí que cuenta el modelo francés y, la segunda y más importante, es que, mientras que en Renault ofrecen una garantía de tres años con su Clio, en el caso de Mitsubishi la garantía se amplía a cinco años y en esta está incluida también la asistencia en carretera. Así, con un precio muy similar, no sería de extrañar que muchos conductores fueran a por el Mitsubishi teniendo en cuenta estas diferencias.