Tan solo hace falta ver las cifras de ventas que estaba consiguiendo algunos modelos de fabricantes como MG, fabricantes históricamente europeos peor que ahora forman parte de grandes grupos de China, para darse cuenta de que son precisamente este tipo de modelos los que están triunfando entre los eléctricos en Europa.

Han sido ya varios los fabricantes los que han apuntado que es muy difícil competir contra este tipo de modelos que llegan a Europa desde China, entre otras cosas porque lo hacen con precios mucho más bajos que los que marcan fabricantes europeos, es el caso de Peugeot, Renault o Opel, entre muchos otros.

Siendo como son los coches eléctricos modelos mucho más caros que los de combustión, cada vez son más los conductores que, sin un presupuesto muy elevado pero con ganas de pasarse a un coche eléctrico, ven en modelos como el MG4 y el ZS opciones muy interesantes para dar este salto.

Italia planea seguir los pasos de Francia

No es casualidad entonces que el gobierno francés haya impulsado una nueva medida para intentar frenar las ventas de los coches eléctricos que llegan de China. Si bien es cierto que a nivel legal no se puede ayudar al mercado local por encima de un mercado internacional, el gobierno francés sí que tienen cierto margen para otorgar ciertas ayudas a los coches eléctricos, no tan solo basadas en su contaminación sino también la contaminación que genera su fabricación y transporte, y ahí es donde los modelos chinos pierden respecto a los europeos.

 

Una medida proteccionista para el mercado francés que parece el gobierno italiano no tan solo ha visto con buenos ojos, sino que pretende también seguir aunque con sus peculiaridades. De esta forma, no sería de extrañar que dentro de unos meses se anunciará una nueva serie de requisitos para que ciertos coches eléctricos puedan optar o no a las ayudas gubernamentales.

La idea no es otra que la de potenciar las ventas de los coches no tan solo italianos sino de marcas europeas que no fabrican en territorio europeo, una manera de luchar contra la invasión de coches eléctricos de China que está suponiendo cada vez una mayor cuota de mercado y a la vez un mayor reto para las marcas europeas.