A diferencia de otras marcas japonesas con mucho más peso en nuestro mercado como son Nissan o, sobre todo, Toyota, Mazda se sigue manteniendo en un segundo plano. Uno de los principales motivos por los cuales el fabricante asiático no consigue tener el mismo ritmo de ventas que el de sus compatriotas es que, como bien saben los que tienen un Mazda, sus modelos se acercan más a los premium que a los generalistas.
Los precios de los modelos de Mazda no son precisamente low cost, y, como ocurre con marcas como Volkswagen, están destinados a un público que busca acierta exclusividad y calidad en su coche.
Una apuesta por ese aire de premium que en Mazda no es que tengan intención de abandonar, sino más bien lo contrario, de potenciarla aún más. Una estrategia que pasa, como bien sea sabido en los últimos meses, por llevar a cabo una remodelación de su gama en el mercado europeo.
Así, en los próximos tiempos serán varios los nuevos modelos de Mazda que llegarán a sus concesionarios en el viejo continente, entre ellos dos SUV: el CX-60 y el CX-80. Dos SUV que completarán la gama actual, en la que el CX-30 y el CX-5 son los grandes protagonistas.
Mazda profundiza en su renovación premium dejando fuera a su SUV de acceso a su gama
En este sentido, como suele ser habitual, la llegada de nuevos futuros modelos acaba derivando también en la salida de modelos del presente. Y el que tiene los días contados es precisamente el SUV que da acceso a la gama de este tipo de carrocerías en el catálogo de la marca japonesa.
No es otro que el Mazda CX-3, un modelo que llegó a nuestro mercado en 2015 con unas líneas muy atractivas y con la idea de posicionarse como un SUV semi premium de acceso, pero que no ha tenido el éxito esperado.
Si bien los japoneses intentaron darle un impulso en este sentido con un lavado de cara en 2018, las ventas tampoco han crecido como se esperaban. En Mazda, conscientes de ello y con la evidente voluntad de potenciar su carácter premium, optaron por poner contra las cuerdas a su CX-3 con su CX-30, un modelo que cubre el mismo segmento pero que destaca por ser más prestacional en todos los sentidos.
El Mazda CX-3 tiene los días contados en nuestro mercado, donde, una vez la firma se cargue definitivamente este SUV, será el CX-30 el SUV de acceso a su gama
Fue el pasado mes de octubre cuando uno de los responsable de Mazda aseguró en un medio polaco que el CX-3 tenía los días contados: “Estamos terminando de aceptar pedidos para el Mazda CX-3, las últimas unidades para Europa se producirán en diciembre, y no planeamos pedir más porque llegarían en 2022”.
De momento, eso sí, en el configurador de la marca en España sí que sigue estando disponible el CX-3, aunque todo apunta a que su vida comercial está muy cerca de acabarse. La idea de Mazda, pese a que aún no se ha llevado a cabo del todo, no es otra que la de hace de su CX-30 su SUV de acceso y, así, elevar un poco más el listón.