Las nuevas tecnologías avanzan a pasos agigantados. Sobre todo en el sector del automóvil, donde la digitalización se impone a lo analógico con todo tipo de sistemas de seguridad, ayudas y entretenimiento. Y ahora lo que empezará a digitalizarse son las matrículas. Por el momento solo es legal en algunas partes de Estados Unidos, pero no hay duda de que este sistema acabará llegando a nuestras fronteras.

El lugar donde se han legalizado las matrículas digitales es California, cuna de muchas de las tecnologías más avanzadas y de muchas startups que han arrasado en todo el mundo. Gracias a este paso adelante, las matriculas tradicionales tienen los días contados. En todo caso, están sujetas a algunas condiciones.

California legaliza las matrículas electrónicas

Antes de dar el paso, se ha consultado a expertos y se han realizado numerosos estudios para comprobar si la idea era factible. Sobre todo en temas de seguridad, tanto en la circulación como para las instituciones que controlan el parque automovilístico.

Después de muchas gestiones, el gobernador de California firmó la aprobación de la ley AB 984, que reconoce como legal el uso de matrículas electrónicas. Una implantación que también ha sido aprobada en Arizona y Michigan, así como en Texas. Aunque en este último caso se limita a vehículos comerciales.

Matrícula electrónica

La puesta en marcha de esta nueva tecnología corre a cargo de Reviver, la única empresa que actualmente tiene licencia para fabricar estas matrículas. Esta empresa fabricó 175.000 ejemplares en 2018 después de conocer que en California estaban estudiando implantar este nuevo sistema desde 2013.

También permiten emitir distintos mensajes, lo que mejora la seguridad

Estas matrículas consisten en una pantalla monocromática de tinta electrónica que está protegida por una superficie seis veces más resistente que el cristal convencional. Y además de la matrícula, también es capaz de emitir mensajes de advertencia o incluso conectarla a otro dispositivo mediante Bluetooth.

Asimismo, estas matrículas se alimentan de una batería que tiene una duración estimada de unos 5 años. Y su mal funcionamiento es sancionable. Lo que no está decidido es si la sanción recaerá sobre el propietario el vehículo o sobre el fabricante, que debe trabajar a favor del buen funcionamiento de este dispositivo.

En todo caso, cabe decir que estas matrículas no son gratis ni baratas. Tener una matrícula digital tiene un coste mensual de 19,95 dólares a lo largo de 4 años, lo que resulta en 215,40 dólares al año.