No es que sea precisamente ningún secreto que, por mucho que la tecnología haya ayudado a hacer de la conducción y de los coches algo mucho más seguro, también la tecnología es lo que ha ayudado a que los ladrones de coches perfeccionan sus estrategias.
En este sentido, cabe tener en cuenta que, según datos proporcionados por Eurostat, España es ni más ni menos que el quinto país de la Unión Europea donde más robos de coches se producen cada año tan solo superada por Italia, Alemania, Turquía y Holanda. Es más, el aumento de robos en nuestro país en 2022 respecto a 2021 fue de más del 17 %, haciendo evidente que, por mucho que la tecnología haya ayudado en algunos sentidos a mejorar la seguridad al volante, los robos siguen siendo una de las asignaturas pendientes en este sentido.
La estrategia de los ladrones con inhibidores de frecuencia
Precisamente una de las tecnologías más implantadas en los coches actuales es el sistema del cierre de puertas a distancia, ya sea con una llave física en la que el conductor debe apretar un botón para que el coche se cierre o se abra o directamente con sistemas inteligentes de apertura o cierre de puertas en los que, al alejarse del conductor, el coche ya se cierra directamente sin que esté tengo que apretar ningún botón en la llave.
El problema de este tipo de sistemas es que son precisamente sistemas en los cuales los ladrones han encontrado una facilidad aplastante a la hora de robar coches. Y es que, ya sea en gasolineras o en parkings de centros comerciales, los ladrones utilizan inhibidores de frecuencia para bloquear las ondas de la llave de tal manera que el coche, aunque da la impresión al conductor que lo ha cerrado, se ha quedado abierto, y así los amantes de lo ajeno pueden entrar en él sin ningún tipo de problema y sin ejercer ningún tipo de violencia.
Cabe tener en cuenta que evidentemente la mejor manera de evitar este tipo de robos es asegurarse de que el coche sea realmente cerrado y, sobre todo, en lugares como grandes centros comerciales o parkings con muchos coches, no alejarse precisamente demasiado del coche antes de cerrarlo, sino hacerlo justo al lado y así poder asegurarnos que sus puertas se han cerrado del todo.