Es de sobras conocido que Volvo es una de las marcas premium mejor valoradas por los clientes europeos. Entre otras cosas porque, como bien saben los que han tenido uno de los modelos de la firma sueca, Volvo siempre suele ser sinónimo de calidad, de diseño, de tecnología y de fiabilidad.

Eso sí, como bien saben también los que siempre se han sentido atraídos por alguno de sus modelos, sus coches no son precisamente modelos baratos, entre otras cosas porque ese nivel de calidad se acaba pagando.

Sin embargo, cabe tener en cuenta que los últimos tiempos Volvo está llevando a cabo una estrategia de precios que ya está situando a un nivel muy interesante, entre otras cosas porque sitúa buena parte de sus modelos un escalón por debajo de sus rivales en concesionarios de marcas como Mercedes, BMW y Audi sin que ello implique una peor calidad o unos peores prestaciones.

 

El mejor ejemplo de ello es precisamente el último modelo que ha puesto vuelvo a la venta en Europa, el Volvo EX30, un SUV de tamaño compacto que llega con una versión 100 × 100 eléctrica que puede presumir de ser un modelo eléctrico premium pero con un precio dirigido a aquellos que tienen un presupuesto normal.

El Volvo EX30 cuesta menos de 30.000 €

El precio de partida de la versión más sencilla de este modelo se sitúa por encima de los 36.000 €, un precio de cosillas más que interesante teniendo en cuenta que se trata de un SUV de una marca premium.

Sin embargo, cabe tener en cuenta que, si a este precio se le aplican las ayudas del Plan MOVES del gobierno, el plan que busca incentivar las ventas de los coches eléctricos, su precio de partida puede acabar siendo de menos de 30.000 €, es decir, un precio que lo dejaría más o menos al mismo nivel que algunos de los SUV generalistas más vendidos en nuestro país.

 

Joder este caso es que la versión más sencilla de este modelo cuenta con un motor eléctrico ni más ni menos que 272 caballos de potencia y una batería 49 kW hora que le permite tener casi 350 km de autonomía, una cifra ya más que correcta para un modelo que está pensado, eso sí, para afrontar desplazamientos diarios en entornos urbanos interurbanos.