La próxima generación del Hyundai Tucson, actualmente en desarrollo bajo el código interno NX5, supondrá un paso decisivo hacia el vehículo definido por software. Previsto para lanzarse a partir del tercer trimestre de 2026, este SUV compacto se transformará en un producto clave dentro de la estrategia tecnológica de la marca, centrada en ofrecer experiencias digitales avanzadas y personalizables.
Uno de los elementos más destacados será la introducción del nuevo sistema operativo Pleos, diseñado específicamente para los futuros modelos de Hyundai y Kia. Esta plataforma permitirá centralizar las funciones del vehículo y simplificar el desarrollo de nuevas aplicaciones, al tiempo que facilitará su actualización mediante tecnología OTA. El Tucson será, junto con otros modelos estratégicos del grupo, uno de los primeros en adoptar este sistema en Europa.
Lo destacable en este caso es que el salto tecnológico no se limitará al software de gestión del vehículo. La interfaz del usuario también experimentará una renovación profunda. El sistema multimedia de próxima generación se basará en una versión personalizada de Android Automotive, con un diseño inspirado en smartphones, funcionalidad multiventana y compatibilidad con aplicaciones de terceros. Además, los perfiles de usuario almacenados en la nube permitirán sincronizar preferencias en distintos vehículos compatibles, haciendo que la experiencia sea continua y coherente.
Este enfoque refleja una nueva manera de entender el puesto de conducción, que abandona el enfoque tradicional centrado en la mecánica para priorizar la conectividad, la personalización y la interacción digital.
Interior digital y dilema entre pantallas y botones
El rediseño del interior del Tucson irá acompañado de una gran pantalla táctil central que dominará el salpicadero. La marca aún no ha definido públicamente si mantendrá una botonera física para las funciones esenciales, como ha hecho en modelos recientes, o si optará por una integración más radical en favor del control táctil. En este sentido, Hyundai se encuentra en plena fase de transición, tratando de equilibrar la innovación digital con la funcionalidad práctica.
Llama especialmente la atención que el diseño de esta nueva interfaz se haya concebido desde una perspectiva modular. De este modo, el Tucson podrá compartir arquitectura digital con otros modelos sin renunciar a su propia identidad visual y funcional. La experiencia del usuario se ajustará automáticamente al vehículo, al conductor y al entorno, lo que abrirá la puerta a un ecosistema más flexible y adaptable.
El interior del Tucson ya había recibido una importante actualización en su restyling más reciente, con la incorporación de una pantalla panorámica curva, puertos USB‑C, llave digital y asistencias de última generación. Sin embargo, la próxima generación irá mucho más allá, redefiniendo completamente la relación entre conductor y tecnología.
En cuanto a la gama mecánica, se mantendrán versiones híbridas e híbridas enchufables, en línea con la estrategia de electrificación progresiva del grupo. Estas motorizaciones convivirán con el nuevo entorno digital para ofrecer una experiencia de conducción más eficiente, conectada y personalizada. El Tucson evolucionará así desde su actual posición de superventas hacia un nuevo concepto de SUV inteligente, preparado para anticipar las exigencias del mercado en los próximos años.