Por mucho que en Ford sepan muy bien que el futuro de la automoción pasa por los coches eléctricos, hoy en día son los motores híbridos los que más peso están ganando en las carreteras europeas. Entre otras cosas porque son mecánicas que permiten combinar un motor eléctrico con un motor de combustión, por lo que el drama de la autonomía que tiene muchos eléctricos desaparece.

En el caso de la marca americana, uno de los modelos que puede presumir de tener la amplia gama de motores en su catálogo es el Kuga, que a la vez pasa por ser uno de los modelos más vendidos del fabricante en Europa. Como bien podemos ver en el configurador de la marca, este modelo cuenta con versiones de gasolina tradicional así como con versiones híbridas auto recargable y una versión híbrida enchufable.

 

Cada una de las versiones va dirigida a un público diferente, siendo la versión híbrida auto recargable perfecta para aquellos conductores que quieren lograr bajos consumos pero que no quieren necesitar de una carga externa para cargar su batería, mientras que la versión híbrida enchufable es para aquellos conductores que pueden contar con un punto de recarga en su casa o muy cercano siempre disponible y buscan un consumo aún más bajo en ciudad.

El Ford Kuga tiene un consumo muy bajo, especialmente en la versión híbrida enchufa hable

En el caso de la versión híbrida auto recargable, cuenta con un motor de 190 caballos de potencia, su consumo oficial ronda los 5 l a los 100, un consumo bajo en el que el hecho de que pueda circular a velocidades muy bajas en modo eléctrico le ayuda de forma notable.

 

Sin embargo, la cifra más sorprendente en este sentido es la que tiene la versión híbrida enchufable, que pasa por tener un consumo de tan solo 1 l a los 100. Un consumo que tan solo se consigue, eso sí, teniendo la batería cargada al 100 × 100 y realizando estos 100 km en un entorno urbano, es decir, huyendo de altas velocidades y donde la inmensa mayoría de los kilómetros se realizan en modo 100 × 100 eléctrico.

En cualquier caso, son dos versiones que ayudan a rebajar el consumo frente a la versión de combustión tradicional, eso sí, sigue siendo bastante más barata, con una diferencia de unos 5000 € respecto a la versión híbrida autorecargable y  de más de 10.000 respecto a la versión híbrida enchufable.