Fue el pasado jueves cuando, como es habitual desde hace ya años, la Unión Europea hizo público un nuevo Boletín Petrolero. En este sentido, como por desgracia para la inmensa mayoría de ciudadanos sigue siendo también habitual desde hace meses, en este nuevo boletín se hizo evidente lo que muchos ya habían notado en las gasolineras: un nuevo incremento en el precio medio de la gasolina y el diésel.

Tal y como apuntan en el boletín de la UE, la media actual del precio de la  gasolina en España es de 1,751 euros por litro, es decir, la cifra más alta de todo 2023. Se trata del nivel más alto desde noviembre de 2022 aunque, eso sí, en ese momento aún estaba vigente el descuento generalizado de 20 céntimos por litro de carburante que aprobó el Gobierno, por lo que en realidad los españoles no gastaban tanto en gasolina como ahora desde el mes de julio del pasado 2022.  En cuanto al diésel, la media ahora lo sitúa en 1,668 euros el litro, es decir, un nivel de precio parecido al que tenía este combustible en el pasado mes de febrero.

Ante esta situación, y sobre todo teniendo en cuenta que estos precios afectan a todos los ciudadanos de un país y que el combustible es un producto indispensable para muchos, los gobiernos de los diferentes países en Europa están tomando diferentes medidas, aunque una de las más llamativas es la que tiene decidido tomar desde el gobierno de Francia.

Francia mueve ficha con los precios de los combustibles

Fue en 1963 cuando entró en vigor una ley en el país francés por el cual se prohibía la venta a pérdidas de combustibles, es decir, estaba prohibido vender por debajo del precio por el cual se había adquirido el combustible por parte de las empresas distribuidoras.

Una ley que ahora el ejecutivo galo quiere derogar con un nuevo proyecto con el Ministro de Economía y Finanzas francés, Bruno Le Marie, a la cabeza. El objetivo no es otro que el de poder ofrecer así en todo el país precios más competitivos en los combustibles, aunque, si bien es cierto que aún no es oficial, la idea es que esta estrategia tenga una duración de unos 6 meses.

Como no podía ser de otra manera, varias asociaciones de gasolineras independientes como es el caso de Mobilians ya han alertado de que esta medida, por mucho que acabe beneficiando al consumidor final, pondrá a muchas gasolineras en un aprieto.